Lo orgánico viene más "Argento" que nunca

Bodega Argento investiga y desarrolla

Visitamos los viñedos para conocer sus avances en el manejo agroecológico

 Trabajar orgánico no es solo un título, implica un estudio profundo de los viñedos y una búsqueda de soluciones a problemas que aún no están resueltos. Bodega Argento trabaja intensamente con Universidades y con el INTA para ello.

Tomando como referencia que el 23 de setiembre se celebra el día de la producción orgánica mundial, el Grupo Avinea decidió poner en escena el enorme trabajo que realizan en sus viñedos en ese aspecto, organizando cada semana del mes una visita para la prensa especializada a la finca de Alto Agrelo.

Se trata del principal viñedo, tanto en superficie como en diversidad de vinos, que cuenta con certificado orgánico. Las alturas en este viñedo van desde 950 a 1.100 msnm y está plantado con Malbec, Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Petit Verdot y Syrah.

En ese marco, fuimos invitados a concurrir al encuentro en Mendoza, acompañados por Martín Caride (agencia que realiza la comunicación del grupo) donde fuimos cálidamente recibidos por Santiago Ribisich (director general del Grupo Avinea), Juan Pablo Murgia (director enológico), Cecilia Acosta (directora agronómica), Mariela Salvi (hospitalidad) y gran parte del equipo que lleva adelante los aspectos comerciales y de exportaciones.

Cabe destacar que el grupo posee en la Argentina cinco bodegas: Cruz de Piedra, Cuesta del Madero, Pacheco Pereda y Argento en Mendoza y Otronia en la provincia de Chubut, con un total del seis viñedos en distintas locaciones.

Tienen como objetivo liderar la viticultura argentina de manera sustentable, respetando el medio ambiente y desarrollando marcas de alto valor percibido, comercializadas internacionalmente. Para ello trabajan cuidando los recursos naturales y con producción orgánica, para expresar y preservar la calidad de la región a través de diferentes variedades de uvas y vinos.

El programa MatrizViva

Nació y se desarrolla con el fin de conocer y entender a los organismos vivos, agua, suelo y medioambiente que cohabitan en el ecosistema vitícola para lograr una convivencia sustentable.

En 2010 la empresa se propuso desarrollar este proyecto con el objeto de hacer viticultura en equilibrio y en balance con el sistema agroecológico y la seguridad que ese manejo resaltaría la identidad de los viñedos. Son trece años de trabajo que se han plasmado en el programa Matriz Viva, y en una viticultura de precisión, y derivaron en la definición de 75 bloques, en una expansión de 300 hectáreas del viñedo de Alto Agrelo, uno de los más grandes con certificación orgánica en el mundo.

Cecilia Acosta

En relación con la sustentabilidad se encuentran trabajando en tres ejes:

1. Cuidado de la gente, en particular de los trabajadores de los viñedos, evitando el uso de pesticidas y fertilizantes químicos.
2. Sistema agroecológico natural y balanceado. Luego de desarrollar el viñedo sobre monte virgen, intentan replicar varias de las características propias del mismo en las coberturas entre las hileras y en corredores ecológicos, conservando la flora originaria.
3. Calidad final, en busca de obtener pureza en la uva y, por ende, en los vinos.

La Certificación orgánica fue otorgada por Ecocert y apoyada por Senasa. También se encuentran certificados Fair Trade (cuentan con mucha gente trabajando en la bodega y los viñedos) y como bodega sustentable por Bodegas de Argentina.

La agrónoma Cecilia Acosta explicó que, para poder lograr un equilibrio en el sistema vitícola, es necesario entender y conocer sus individuos, todos aquellos que se encuentran dentro de ese ecosistema:

Existen individuos visibles (aquellos que se encuentran por sobre la superficie o aéreos) e invisibles (los subterráneos). Y todo debe ser manejado con recursos que son limitados.

Para lograr optimizar el manejo agroecológico todos estos elementos deben ser profundamente estudiados en sí mismos y en las interacciones entre ellos, para lo cual la bodega ha encarado una serie de importantes estudios con universidades y organismos oficiales. Repasamos los mismos a continuación:

Flores en el interfilar de un viñedo orgánico

Se realiza en conjunto con la Facultad de Ciencias Agrarias y es uno de los estudios más interesantes que se llevan a cabo en la que llaman “la parcela de las flores” donde se han plantado, entre las hileras de la vid (interfilares), hasta 18 especies de plantas florales exóticas para analizar su interacción con los viñedos. 

Uno de los requisitos fue que dichas plantas también fueran orgánicas y que se controlaran sus requerimientos hídricos, para que no compitieran por el agua con las vides. El objetivo es analizar en qué medida cada tipo de planta le puede “prestar un servicio” a la vid.

Alunas de las especies que se destacaron fueron:

Achillea fillipendulina: atrae y hospeda mucha cantidad de insectos y mariposas, chinche, pulgones, hormigas. Es un excelente controlador de malezas en primavera. Resultó ser la especie con el mejor índice de biodiversidad de especies benéficas, mayor abundancia de predadores, parasitoides y polinizadores y mayor riqueza de parasitoides y polinizadores.

     

Gazania nívea: sus raíces emiten una sustancia que limita los nematodos (especie de insecto que afecta a la vid). Florece todo el año, no es aromática, consume muy poca agua y se abre la flor solo mientras hay sol. Permite un excelente control de malezas, a la vez que podría funcionar como planta hospedera de coleópteros cercano a floración.

Salvia microphylla: su fruta gusta a las hormigas.

Índices de biodiversidad de cada especie de flor. Shannon Wiener

Caracterización de la biodiversidad funcional de artrópodos asociados en los interfilares enriquecidos con 9 especies florales

Con el INTA llevan adelante el programa “diversidad de artrópodos”, en el cual se aspiran y recolectan los insectos de las plantas y luego se los clasifica. Fue por primera ocasión realizado en un viñedo orgánico. Se encontró que, al no utilizarse agroquímicos, las abejas proliferan e incluso pudieron encontrar una especie que se creía extinguida en la región.

Biodiversidad funcional asociada a tipos de manejo del interfilar

Este estudio buscó caracterizar la biodiversidad de artrópodos benéficos en parcelas con diferentes manejos y composiciones de especies vegetales en los interfilares. Se analizaron los tres tipos de viñedos: con suelo desnudo, con vegetación espontánea y una parcela experimental de flores. Entre las hierbas de los viñedos se destacaron la rúcula, la mostacilla y la glandularia.

El gran enemigo: las hormigas

Pero el mayor enemigo de la producción orgánica es la hormiga, se cree que existen 13.000 especies y tuvieron que analizar cuáles preponderaban en los viñedos: las dos principales son hormigas cortadoras, capaces en una sola noche de llegar a cortar desde media a una hectárea de viñedo.

Lo que cortan lo llevan al nido para alimentar un hongo (Leucoagaricus), del cual ellas luego se alimentan. En Argento están estudiando como migrar esos nidos a otros lugares en los cuales no afecten las vides, como ser las 70 hectáreas de campo aun sin implantar. También vieron que las hormigas se alojan en los estacones de madera que sostienen los alambres y en las nuevas plantaciones se los reemplaza por estacas de hierro.

Como en todo sistema ecológico, las hormigas también pueden tener efectos positivos: como el de tener relaciones mutualistas con otros insectos (pulgones), las que son granívoras se encargan de la dispersión de semillas de plantas, polinizan algunas plantas, son fuente de alimento a otros depredadores, con la gran cantidad de galerías de sus nidos favorecen la aireación del suelo y favorecen a la degradación de la materia orgánica. 

El uso del agua

Se sabe que el 70% del consumo mundial de agua es utilizada en la agricultura. Históricamente el riego se realizaba con un manejo muy empírico, pero hoy se miden muchas variables que permiten darle precisión. El objetivo de Argento es hacer un uso eficiente del riego, siendo el uso del agua medido y controlado, en busca de lograr la eficiencia hídrica. Para ello se trabaja en varios frentes:

Se hizo el escaneo de electro conductividad a dos profundidades y un registro NDVI (índice de vegetación de diferencia normalizada) que consiste en fotografías aéreas que señalan el vigor o desarrollo foliar de las plantas (cuidando de interpretarlo cuando hay cobertura vegetal entre hileras). Con ambos datos se puede calcular cuánto y cuantas veces es necesario regar. 

Todo ello se valida con la excavación de calicatas que sirven para analizar hasta qué profundidad puede acceder el agua y las raíces, siendo que a más profunda la raíz, menos compite la planta con la atmósfera.

Todo este estudio permite elegir no solo las variedades más aptas sino también con que porta injerto plantarlas. Finalmente, se mide con sensores en el campo y se decide con precisión el riego a aplicar.

Juan Pablo Murgia

Convenio con la Universidad Nacional de Cuyo 

La investigación y desarrollo (I+D) continúa con la Universidad Nacional de Cuyo para la realización de los siguientes estudios:

• Indicadores de Impacto del Cambio Climático en zonas vitivinícolas de Mendoza: incidencia de los parámetros climáticos en las zonas vitivinícolas de Mendoza bajo la influencia del cambio climático. Modelos de análisis riesgos de aumento de eventos climáticos extremos. Modelos de predicción aptitud para el desarrollo de la vitivinicultura. 
• Criterios y acciones de adaptación al cambio climático a considerar en nuevas plantaciones: cómo prepararnos para afrontar los cambios climáticos en las nuevas plantaciones y proyección de nuevas zonas vitivinícolas en Mendoza. 
• Estrategia de coexistencia controlada con malezas en viñedos orgánicos: acciones y tecnologías que favorezcan la coexistencia entre malezas y viñedos en equilibrio económico y ambiental.

Grupo Avinea en números

Poseen 322 hectáreas plantadas en Mendoza y otras 50 en Chubut. El plan de inversiones contempla llegar a contar con 650 hectáreas plantadas y certificadas como orgánicas para el año 2025. 231 de esas hectáreas están en la Finca de Alto Agrelo que visitamos. 

Además, compran el 75 % de las uvas que utilizan y convierten en vino a un total de 130 productores, muchos de los cuales son a su vez incentivados a realizar un manejo orgánico de los viñedos.

Si bien hace muchos años que se viene trabajando en sistemas orgánicos, el dejar de lado el uso de agroquímicos, pesticidas y fertilizantes en producciones masivas implica un desafío y un proceso de largo plazo para lograr cada día mejores resultados y respuestas a los problemas que antes se resolvían con la aplicación de esos productos. Para ello se requiere un conocimiento profundo del lugar y la interacción de todos sus elementos, como ha encarado Bodega Argento en este proyecto denominado MatrizViva. 

Es sumamente satisfactorio observar que las investigaciones se realizan en conjunto con universidades e institutos que aportan una mirada científica y abarcativa, y que las soluciones puedan volcarse luego también al resto de la industria.