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lunes, 3 de octubre de 2022

Bodega Funckenhausen

Funckenhausen presentó La Espera Carpe Diem 

Vinos para aprovechar el momento presente

Conocimos los vinos de Bodega Funckenhausen en la feria de vinos de San Rafael del año 2015 (ver nota), de la mano de un muy joven Alejandro Leirado Heinlen, quien nos explicó que su abuelo Kurt Heinlen adquirió 330 hectáreas en San Rafael en el año 2003 se plantaron 28 hectáreas en 2005 y los primeros vinos salieron en 2007. En ese entonces contaban con la enología de Mauricio Lorca, producían 150.000 botellas al año y las etiquetas se denominaban La Espera; en versiones Roble y Reserva de uvas Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Malbec y Pinot Noir. Y un vino icono llamado Blend Kurt Heilen 2011 de estilo francés.

La bodega se encuentra en el sur de la provincia de Mendoza, más precisamente en San Rafael, una zona que todo el mundo coincide que debería ser mucho más reconocida que lo que es, no solo por su historia vitivinícola -que la tiene y mucha- sino también por su extensión y sus características particulares. Pero para ello sería necesario fundar un movimiento de gente joven que empiece por dejar de lado los egos y cánones establecidos, pero esa es ya otra historia.


A 850 msnm y a orillas del río Diamante, se ubica la propiedad de 350 hectáreas que fue plantada inicialmente con 20 hectáreas de Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah, con el control del ingeniero agrónomo Aquiles Lucchini. Pero el tiempo ha pasado y hoy descubrimos no sólo que Alejandro Leirado Heinlen es el presidente de la bodega, sino que la enología ha pasado a manos de Jimena López y que algunas de esas plantas de Syrah han dado lugar a injertos de Riesling y Cabernet Franc que ya dan sus frutos y por supuesto sus vinos.

Alejandro Leirado Heinlen

No tengo la suerte de haber conocido la bodega, pero ellos mismos describen los suelos como heterogéneos, con una primera capa franco-arenosa, que denotan presencia de cantos rodados de diversas magnitudes a profundidades variables, caliches y depósitos de material calcáreo. 


En cuanto al clima destacan que, por ser una de las propiedades más altas plantadas en el oasis sur mendocino (850 msnm), gozan de un clima comparativo más frío al resto del departamento, lo cual incide con menores temperaturas máximas a lo largo del año. Esto último se nota en los vinos, especialmente en los blancos.


¿Cuánto vale el tiempo bien vivido? 

La bodega cuenta con una amplia línea de vinos, que comienzan con los Funckenhausen en botella de litro (Chardonnay, Rosé, Red blend y Cabernet Sauvignon), La Espera (espumantes, varietales, terroir series, Carpe Diem y Gran Reserva) y los iconos Kurt Heilen.


En esta ocasión, la cata fue organizada por la Distribuidora Raleo Wines y tuvimos la oportunidad de probar las novedades de la línea Carpe Diem: cuatro blancos y tres tintos. Se trata se partidas pequeñas, discontinuas, que nacen para seguir aprendiendo y mostrando lo versátil que puede ser la elaboración de un vino.


La Espera Carpe Diem Reserva Riesling 2021

Linda sorpresa encontrar este Riesling de aromas delicadamente frutados y cítricos, aunque por su juventud y quizá por el terroir más cálido, aun no despliega sus característicos aromas a kerosene, que tanto lo destacan. En boca es rico, tiene cuerpo, cierta tensión y una frescura que lo hace muy fácil de tomar.


La Espera Carpe Diem Orange 2022

Otra sorpresa, acompañando la moda de los naranjos. Alejandro le pidió a la enóloga hacer uno y el resultado no está nada mal, teniendo en cuenta las pocas versiones de calidad que se encuentran en el mercado de este tipo de vinos. 50% Riesling y 50% Chardonnay, elaborado confiando más en el contacto con las pieles que en procesos oxidativos, con poco color, pero buena expresión aromática. No son mis vinos preferidos, pero este no decepciona y es muy gastronómico.


La Espera Carpe Diem Reserva Chardonnay Interpretación 1 2019

Me gustó mucho la propuesta de presentar dos Chardos en sus estilos opuestos. La interpretación 1 se mueve hacia el lado de los de la Borgoña: de cosecha temprana, sin maloláctica y sin paso por madera, ofreciendo una expresión aromática que destaca las notas a frutas blancas, cítricas y minerales; mientras que en boca es vertical y de refrescante acidez.

La Espera Carpe Diem Reserva Interpretación 2 2019

Este otro va para el lado de los Chardos californianos, con maloláctica y fermentación en barricas de roble nuevo, donde aparecen notas tropicales y a miel, junto con las propias del contacto con roble. En boca es más amplio y amable, con largo final. Cada uno muy logrado en su estilo.


La Espera Carpe Diem Reserva Cabernet Franc 2021

Lo noté como un Franc de zona caliente, en nariz algo intenso con notas a frutas negras, especias dulces y pimiento rojo, pero extrañé un poco las notas herbales y la frescura típica de esta cepa. En boca acompaña con buen cuerpo. Para ser una primera elaboración no está nada mal.

La Espera Carpe Diem Reserva Petit Verdot 2021

Para sumar a la lista de los varietales Petit Verdot que no son chocantes y se pueden tomar sin miedo. Expresivo, pero no invasivo, con preponderancia de notas a fruta negra, especias y tabaco. Abarca toda la boca con su estructura y taninos contundentes que se equilibran por una bienvenida acidez. Me gustó, pero no olvidar acompañarlo de una buena comida, porque no deja de ser un Petit Verdot varietal.


La Espera Carpe Diem Reserva Non Vintage Blend

Blend de añadas (tres en este caso) de Malbec y Cabernet Sauvignon que fueron añejados entre 12 y 20 meses en roble. En nariz es complejo y de frutada elegancia, con un buen balance de ambas cepas que aportan ciruela, fruta negra, especias dulces, flores, pimiento rojo y los ahumados del roble. En boca es amplio, jugoso y con unos taninos maduros que lo hacen muy disfrutable.

Al finalizar el encuentro tuve un rato mano a mano con Alejandro quien destacaba la importancia que le dan en la bodega al paso del tiempo para lograr buenos vinos. La verdad que es una virtud que pocos cultivan hoy en día, y es cierto que los productos de Funckenhausen que probamos la tienen, en especial los blancos cosecha 2019 que fueron los que más me gustaron. Los tintos claramente tienen mucho tiempo para seguir creciendo y sin dudas irán asentándose positivamente con la estiba en botella.


Funckenhausen es una de las bodegas de San Rafael que hace las cosas bien y merece un lugar más destacado en el panorama vínico mendocino. Dense la oportunidad de probarlos.

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