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lunes, 25 de abril de 2016

El Szekszárdi Bikavér, blend clásico de Hungría



En 2014 tuve la suerte de viajar a Hungría y traer de Budapest un par de Tokaji Aszú (famoso vino dulce húngaro) y un tinto que me dijeron era clásico de allí. El tinto fue un Bikavér y luego supe que su significado en español es ‘Sangre de Toro', nombre que tiene una historia o leyenda detrás.

El Bikavér se produce fundamentalmente en dos regiones: Eger y Szekszárd, siendo la botella que traje y hoy voy a comentar, de éste ultimo lugar. Szekszárd es famosa por ser una de las regiones vinícolas mas antiguas de Hungría y por brindar tintos especiados y de buen cuerpo.

La cepa emblema y mas conocida de esta región - aunque no la mas plantada - es la Kadarka, que tiene un rol importante en el Bikavér ya que junto con otra cepa autóctona, la Kékfrankos, forman la parte principal de este Blend.

El Bikavér Szekszárdi es una Denominación de Origen Controlado (DOC) que debe conformarse con un mínimo de tres cepas y al menos un 50% del total debe ser compuesto por Kadarka y Kekfrancos, pudiendo completarse el resto con otras cepas. Comúnmente se agregan Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc o Merlot. Pero además hay otras condiciones, como que las siguientes cepas no pueden formar parte de más de un 10% en el blend: Blauburger, Menoire, Syrah, Zweigelt, Biborkadarka, Turán, Alibernet, Tannat y Sagrantino y que el vino repose al menos un año en barricas de roble. 

La leyenda del Bikavér

Hay una leyenda histórica que dice que el nombre Bikavér (Sangre de Toro) nació en 1552 cuando el ejercito Turco perdió una batalla frente a un grupo inferior de soldados húngaros que defendían el fuerte de Eger. A los turcos se les dijo que los soldados húngaros tomaban sangre de toro y de allí obtenían su coraje. Sin embargo el nombre Bikavér usado para el vino se hizo conocido recién en el siglo XIX. A mediados de este siglo aparece en documentos históricos por primera vez y, probablemente, fue Janos Garai, un poeta de Szekszárd, quien lo creó y usó para su poema "Canción del vino de Szekszárd” publicado en 1846.

La región de Szekszárd

Esta ubicada en la parte sur de Hungría, por lo que tiene veranos largos y calurosos e inviernos suaves que favorecen a las uvas tintas. Si bien los vinos de Szekszárd pueden no ser muy conocidos internacionalmente, la vitivinicultura en la región es tradicional y data de hace cientos de años, habiendo sus vinos inspirado a los músicos Franz Schubert y Franz Liszt, quien incluso lo envió como regalo al Papa Pio IX.

La falta de controles de calidad durante la era comunista llevó a la producción masiva de vinos baratos de mesa que alcanzaban los mercados del Este con el nombre de Egri Bikavér. En esa época la reputación del Szekszárdi Bikavér comenzó a decaer, perdiendo la fama antes lograda.

Sin embargo los viticultores de la era post-comunista han mejorado progresivamente su calidad y hoy existen vinos de alta gama que han ganado premios internacionales, restaurando así la antigua fama de esta histórica marca.

Es el caso del Takler Szekszárdi Bikavér Reserva 2002, que incluye Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Kadarka y Kekfrankos; que fue seleccionado por la Revista Decanter entre los 50 vinos Top de Europa, siendo el único vino de Hungría en lograrlo hasta ese momento.

Mészáros Pál Bikavér Szekszárd 2011

Finalmente, a casi dos años de haberlo traído desde Budapest, encontré la ocasión ideal para degustarlo mi Bikavér. Y qué mejor que hacerlo entre amigos conocedores del vino. En la Vinoteca Mr Wines nos reunimos un grupo de clientes y amigos del dueño, Fernando Musumesi, que próximamente haremos juntos un viaje a Mendoza.

Cada uno llevó un vino para compartir y se armo una movida donde pudimos disfrutar vinos de Italia, España, Francia, Sudáfrica, Chile, Argentina y este clásico húngaro.


La vara era alta entre tantas joyitas de todo el mundo, pero creo que el Mészáros Pál Bikavér aprobó la prueba. Realmente no esperaba mucho de él, lo había comprado a ultimo momento en un bodegón pegado al hotel y a un precio muy accesible, menor a los 10 euros. Pero la primera nariz me sorprendió por lo profunda, y al agitarlo, poco a poco se fue abriendo y desplegando aromas a frutas negras con un rico tono especiado. En boca se presentó con buen cuerpo, un contenido de taninos medio-alto, acidez media y un tono dulzón que a mi juicio fue su único defecto ya que lo desbalanceaba un poco, pero que teniendo en cuenta el rango de precio no impediría que volviera a comprarlo.


No me resultó fácil conseguir información sobre la bodega en la Web (fotos siguientes), pero encontré que los viñedos tienen mas de 250 años, que el dueño actual la adquirió hace poco y además posee un hotel en Szekszárd. No pierdo las esperanzas de hospedarme allí algún día y probar un poco mas de estos vinos del "nuevo" viejo mundo. 




Fuentes y más info:

1 comentario:

  1. Tuve la suerte de probarlo cuando lo compartiste. Interesante historia. Salu!

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