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lunes, 4 de julio de 2016

Presentación de PIPA Productores independientes de Paraje Altamira - Nota 1


He tenido la suerte de ser testigo, desde sus inicios, de la asociación de productores independientes de Paraje Altamira. Esta es la cuarta nota dedicada a ellos, con la alegría de ver como - poco a poco - sus sueños se transforman en realidad.

En Mayo asistí a la reunión que realizaron en el mismísimo Paraje Altamira (ver nota) y ya prometían en poco tiempo concretar lo que se hizo ahora: su presentación oficial en sociedad con una jornada realizada en Buenos Aires. Se hizo en La Bumón y contó con nutrida asistencia de importantes periodistas, representantes del trade y publico en general. Los propios productores y enólogos nos contaron sus proyectos y la idea de conformar una Asociación Civil sin fines de lucro, con el fin de expresar la identidad de Paraje Altamira. 



Claro que cada integrante trajo sus vinos y contó con su propio stand para degustarlos. En dos notas, vamos a contarles un poco de cada uno de ellos.

Finca Suarez
Es necesario empezar por ellos, ya que son una familia que está en Altamira desde hace 100 años. Su historia ya la contamos en este Blog el año pasado (recomiendo ver nota). 

Hace cuatro generaciones Leopoldo Suarez fue un enólogo muy importante y realizo el trabajo de ordenar las cepas que trajo Michel Pouget desde Francia a pedido de Domingo Faustino Sarmiento. Hoy Finca Suarez vende mucha de la uva que cosecha a otras bodegas, pero últimamente empezó a elaborar sus propios vinos (en las instalaciones de Chakana) y producen alrededor de 5.000 botellas.

Juan Facundo Suarez es un músico porteño, que vivió siempre en la capital (incluso su padre fue intendente de la ciudad de Buenos Aires) pero desde pequeño pasaba los veranos en la finca de Altamira. Un día se involucró y armo el proyecto del vino propio, de Finca Suarez.


Pero no se quedó ahí porque en su interior sentía que había que hacer algo para revalorizar la uva de Altamira. Veía que el vino que surgía de esas especiales uvas de Altamira estaba bien valorizado (con botellas que llegaban a $500) pero sin embargo las uvas de los productores independientes se vendían a apenas $6 el kilo, el mismo precio que cualquier otra.

Entonces, por instinto de supervivencia, comenzó a hacer sus propios vinos y luego sintió la necesidad de que se reconociera el valor del terroir. Motivado por su pertenencia a Altamira, se convirtió en el motor de lo que hoy llaman PIPA, esta agrupación de productores independientes de Paraje Altamira.

Cuando empezó a trabajar en pos de estos ideales su padre le acercó un libro llamado “En defensa de la tierra” cuyo prologo reflejaba cabalmente sus ideas. Ese libro fue escrito por un activo difusor del mutualismo que propiciaba, en 1911, la fundación de una asociación gremial empresarial, primer proyecto mutualista y cooperativista para superar las prácticas socio-productivas vigentes (monopolio, imposición de precios) (Diario Los Andes). El autor de este libro fue su bisabuelo… Leopoldo Suárez, quien pareciera que desde el más allá lo sigue impulsando.

Altos las Hormigas
Leo Erazo Lynch es Ingeniero agrónomo recibido en la Universidad de Chile y Máster en Viticultura y Terroir de la Universidad de Stellenbosch, Sudáfrica. Trabajó con Pedro Parra, de la mano de quien llego a la Argentina para hacerse cargo en Altos las Hormigas, donde lo acompañan la enóloga Laura Juez y el viticultor Juan Jose Borgnia. En la línea Altos las Hormigas producen unas 70.000 cajas al año de Malbec en sus líneas Clásico, Terroir, Reserva y tres Appellation; más dos Bonarda de la marca Colonia las Liebres.


Entre las novedades están por sacar un Appellation Medrano, lugar donde cuentan con 57 hectáreas plantadas que se suman a las 25 hectáreas de Altamira de donde proviene el Malbec que justifica la presencia de la bodega en PIPA.

Leo nos cuenta que, además, también trabajan en seguir “abriendo un poco Gualtallary”, explorando las diferencias de terroirs. Un logro reciente ha sido la obtención de la Certificación Orgánica lo cual los impulsa a avanzar hacia la biodinámica.

Bodega Teho
El enólogo Alejandro Sejanovich cuenta que empezó a trabajar en Altamira en su época de Catena Zapata, época en que se buscaba lograr una homogeneidad en los vinos y no tanto destacar terruños. De Altamira lo sorprendía que pese a la heterogeneidad de los suelos las micro-vinificaciones resultaban muy especiales. Por eso, cuando junto a Jeff Mausbach deciden emprender su propio camino, adquieren en Altamira una finca de 7,5 hectáreas - plantada de manzanos - que llamaron “La Escuela” debido a la proximidad a una escuela allí existente.


Cuando sacaron los manzanos para plantar vides, buscaron el material para plantar en un pequeño viverista quien les contó que en su infancia fue precisamente a esa escuela y que recordaba que esa finca, antes de los manzanos, había estado plantada con Malbec y Semillón.

Finalmente obtienen material original una finca  de la zona con 100 años antigüedad (Finca Lovello). Hoy tienen Malbec, Cabernet Franc, Petit Verdot y Cabernet Sauvignon. 

De Altamira (Viñedo Toko) son los Zaha Malbec y Corte que presentaron en PIPA junto a otros vinos, entre ellos el Teho Malbec hecho con uvas de La Consulta, de una finca ubicada a apenas un kilómetro del límite de paraje Altamira. Alejandro aclara que este vino no pertenece a Altamira pero que lo aprovecha para reforzar la idea de la razonabilidad del límite definido en la IG (hay discusiones sobre el mismo), ya que pese a la proximidad, entiende que el suelo es diferente, fundamentalmente porque no tienen las piedras con calcáreo de la franja del borde del Glaciar que sí destacan a Altamira.

Conclusión

El desarrollo del vino argentino ha sido enorme en los últimos quince años y ese impulso no se detiene. A la par de las grandes bodegas (ver caso Familia Zuccardi también en Altamira) todos los productores mantienen el ritmo en esta maratón en pos de poner el vino argentino entre los grandes de la escena mundial, ya no solo en volumen sino también en calidad.

En ese rumbo, es loable que el publico consumidor experimentado tenga acceso a eventos de Indicación Geográfica (IG) como éste que se realizó de Paraje_Altamira, que le permiten seguir profundizando su conocimiento en el vino, al contacto con los propios productores y enólogos, probando, comparando y a la vez dando su opinión; en un necesario feedback que enriquece a todos.

Por eso aplaudo esta asociación de productores que son capaces de poner el lugar por encima de sus propias marcas, convencidos que la identidad del mismo los beneficiara a todos. 

Es hora que otras regiones sigan el mismo camino.

Continuar leyendo Nota 2

Fotos tomadas por El Ángel del Vino

Mas info: 
http://www.parajealtamira.org/
https://www.facebook.com/parajealtamira/?fref=ts

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