La línea de vinos de viñedos antiguos
El Esteco Old Vines 1945 Torrontes 2015
Producido con uvas seleccionadas de 239 plantas de un parral de Finca Las Mercedes que ya supera los 70 años. Este Torrontés se cosecha en dos etapas, se prensa, se pone en frío para desborrar y a las 24 horas se pasa al huevo. Un 80% del contenido es elaborado en huevo.
La segunda cosecha se deja la uva y se suma a lo anterior sin filtrar (con el orujo), la mitad de la fermentación se hace con grano entero. Los huevos tienen serpentín para frio dentro de sus paredes de cemento.
Resulta un vino fresco, cítrico y de buen balance entre dulzor y acidez. Queda una sequedad al final que Pepa atribuye a la elaboración en huevo de cemento.
El Esteco Old Vines 1958 Criolla 2015
En el cuartel N° 27 de Finca Las Mercedes, mezcladas entre las plantas de Torrontés, hay varias de plantas de Criolla con más de 50 años. Esta uva autóctona se elabora en forma muy especial para lograr este producto.
Los tintos se ponen un 15% con escobajo y el resto no. En la criolla arranca la fermentación tumultuosa y después de ella se descuba, se saca el orujo y se vuelve a colocar dentro del huevo. Se fue trabajando durante cuatro años con pruebas hasta llegar a la metodología.
Su color se asemeja al del Pinot Noir. También los aromas de entrada (sotobosque, tierra) y luego aparece la fruta. En boca es suave y tomable (o drinkable como dicen algunos sommeliers).
El Esteco Old Vines 1946 Malbec 2015
Como dice en la contra etiqueta, son 370 plantas en Finca Las Mercedes, con más de 65 años de historia. También lleva un 15% con escobajo pero con una maceración mucho más larga que en la Criolla.
Sin agitar, ya presenta en copa un perfume muy nítido. Luego de agitar suben los aromas principales: frutos rojos y ciruelas. Lleva nueve meses de crianza en huevo y de tres a seis meses de crianza en botella.
El Esteco Old Vines 1947 Cabernet Sauvignon 2015
Otras 467 plantas de Finca Las Mercedes dan la uva para este Cabernet Sauvignon bien típico, con paleta de piracinas, buen cuerpo, linda acidez. Un vino que pide crianza y evolución.
Que mejor que cerrar esta nota con palabras de Alejandro Pepa: “Al caminar por esos parrales y ver las plantas añosas, de troncos gruesos y marcadas nervaduras, retorcidas por el paso del tiempo, es imposible no remontarse al pasado y pensar en la labor que hicieron nuestros abuelos, hace más de 70 años… es un privilegio descubrir estos tesoros, ponerlos en valor y dejar que ellos mismos cuenten su historia…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cuando dejas tus comentarios nos ayudas!