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lunes, 6 de noviembre de 2017

Antonio Mas presentó la cata vertical de Historia


Quien sostiene orgulloso su vino icono entre sus manos en la foto es ingeniero agrónomo con posgrado de Programación Agropecuaria en FAO (Food & Agriculture Organization), uno de los winemakers notables de la vitivinicultura argentina y a punto de cumplir 50 años como enólogo. Fue pionero en la producción de vinos de calidad en la Patagonia y creador de la primera bodega boutique en Argentina a comienzos de la década de los 90: Finca La Anita, donde se mantuvo hasta 2011. Se trata de Antonio Mas.


Hoy Antonio forma parte de los emprendimientos Antonio Mas Wines y Finca Propia, en el cual se elaboran sus vinos. Finca Propia nació debido a la iniciativa de Oscar Yosa, empresario que opera en los rubros de salud y turístico que, por su actividad, conoció a Santiago -hijo de Antonio Mas- para delinear un proyecto que permite a inversores tener cuotas partes de viñedos en Mendoza. 

Antonio nos contó cómo hace unos años su hijo Santiago, que trabajaba en Buenos Aires, lo llamó para decirle que quería encontrarse con él en Mendoza. La llamada lo sorprendió y pensó que un encuentro tan programado era para anunciarle que se casaba, pero no, se trataba de pedirle consejo para evaluar unas tierras para el proyecto. 

Ninguna de las dos fincas previstas que fueron al principio convencieron a Antonio y decidió intervenir llamando a un comisionista de tierras amigo suyo de la infancia para pedirle que le recomendara una finca. Así llegaron a ver ésta finca de Tupungato, ubicada a una altura de 950 metros sobre el nivel del mar. 


Apenas verla Antonio sintió que ése era el lugar indicado. Cuenta con 56 hectáreas de superficie y, segun contó Mas, en la era mesozoica fue una laguna que se fue secando. Los suelos no son aluvionales, es pura tierra con pocas rocas, lo que permite la proliferación de las raíces que llegan a extenderse hasta tres metros en sentido horizontal relacionándose unas con otras, obligando a competir así las distintas plantas, mientras que el tipo de suelo permite un buen manejo de la humedad a través del riego por goteo. 

Se trata de La Arboleda, Valle de Uco, zona de cerros que pudo plantarse recién en la década del noventa gracias a la aparición de los sistemas de riego por goteo. Actualmente hay limitaciones a la superficie aprovechable dado que Hidráulica de la provincia limita la cantidad de pozos de extracción de agua sobre el acuífero subterráneo.

Al momento hay 40 hectáreas en producción, con viñedos plantados en el año 2000, de Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay. Los inversores pueden comprar allí una pequeña parcela de tierra (comenzando desde apenas media hilera, con 24 plantas) cuyo usufructo es el vino producido cada año. La novedad es que se está plantando una nueva cepa. Y no es casualidad la elección. Cuando le pregunté a Antonio cuál era su cepa preferida me contestó sin dudarlo: el Semillón. Y lo está plantando en La Arboleda, bajo un sistema de conducción novedoso. Seguramente, va a ser un boom, teniendo en cuenta la experiencia que tiene Antonio trabajando esta cepa en Río Negro, donde existen viñedos añosos ya que allí llegó a ocupar buenas superficies en los años 60 / 70. Se la llamaba Loca Blanca, y doy fe de ello porque mi abuelo la tenía hace 50 años entre las que cultivaba en Cinco Saltos, a 16 km de la ciudad de Cipolleti.

Antonio Mas elabora sus vinos, con la participación también de su hijo Manuel, a punto de recibirse de enólogo. Tienen tres líneas: Single Vineyard, Núcleo e Historia, siendo esta última la que busca los vinos más sofisticados. Participamos de la invitación a explorar la evolución del Malbec en Valle de Uco, a través de cuatro añadas, dos de las cuales aún reposan en bodega. 

Una vertical histórica
Reunidos en el restaurante Freud & Falher del chef Pol Likan, compartimos los Malbec de las añadas 2011, 2013, 2014 y 2015 que destacan por sus agradables aromas florales, así como por el suave dulzor aportado por la fruta en su paso por la boca. 

El concepto de la línea "Historia" -los vinos top de la bodega- se basa en dar tiempo al vino, y por ello se tarda en lanzarlos al mercado. La primera cosecha que salió fue la 2011 y recién ahora se está por lanzar la cosecha 2013. Se busca elegancia y complejidad.

El método de elaboración se basa en la utilización del roll fermenter. Es una barrica que se utiliza como contenedor para la micro-fermentación y está montada sobre rodillos que permiten su rotación, lo que logra desarmar el sobrero que se va formando en la parte que queda hacia arriba. En la línea Historia, solo se produce Malbec y Cabernet Sauvignon.
"Nuestra Historia es lo que dicen los vinos de nosotros" - Antonio Más.
Antes de entrar al roll las uvas pasan unos días (entre cinco y siete) con hielo seco para lograr una extracción carbónica, que va rompiendo las pieles de las uvas. Así la uva entra desgranada al roll, donde empieza su fermentación, mientras que se realizan giros a derecha e izquierda hasta llegar al perfil buscado. Los primeros días se gira más veces y hacia el final los giros se van reduciendo, para no hacer una extracción de taninos muy grande. 

Antonio nos contó algunos secretos: "como resulta ser un sistema bastante anaeróbico, en el año 2013 se comenzó a inyectar dosis de oxígeno para que las levaduras trabajen y se multipliquen mejor. Otra mejora que se implementó a partir de 2017 fue, al introducir las uvas en el roll, empezar a romper con pisón de acero inoxidable los granos que quedaban pegados por la acción del gas carbónico del hielo seco".

En vino queda en el roll hasta que al año siguiente el mismo debe ser utilizado para la nueva cosecha. Entonces se desborra y se pasa el vino a un tanque de acero inoxidable, donde se guarda durante otro año, luego se embotella y queda en estiba casi dos años más hasta su salida al mercado.

Apoyados en taninos redondos y una agradable acidez, son vinos de una gran frescura y elegancia, con gran carácter, el cual promete soportar un largo período de guarda, lo cual quedó demostrado por la frescura que aun muestra la cosecha 2011. Todos los vinos respetan fielmente el estilo buscado, pero la cosecha que más me gustó fue la 2014. Se consiguen en vinotecas a un precio sugerido de $890.

Fue un verdadero placer compartir la velada con Antonio Mas, su hijo Manuel y su socio Oscar Yusa, realizando una mirada retrospectiva sobre la transformación del vino argentino en las últimas cinco décadas, de la cual Antonio fue activo partícipe y viendo cómo, a través de su hijo Manuel, se proyecta el futuro en la nueva generación.






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