Roberto Carluccio proviene de la industria farmacéutica, pero siempre le gustó el vino y un día, después de varias visitas a Mendoza, en el año 2012 decidió involucrarse personalmente en un proyecto para su elaboración y comercialización, un proyecto sin bodegas ni viñedos propios, pero con una idea concreta.
Así nació Tajungapul, un nombre "raro" que al no avisado lo lleva a pensar en montañas nepalesas, pero no... es mucho más simple y cercano. Quizá ya te diste cuenta... es "Junta Pulgas" al revés, al estilo lunfardo.
Así nació Tajungapul, un nombre "raro" que al no avisado lo lleva a pensar en montañas nepalesas, pero no... es mucho más simple y cercano. Quizá ya te diste cuenta... es "Junta Pulgas" al revés, al estilo lunfardo.
¿Y a qué viene el nombre? Se relaciona con los perros callejeros, esos sin raza ni pedigrí, pero que tienen toda la simpleza e inteligencia que les da la vida en la calle. Cuando uno ve un perro de éstos no sabe de donde viene, ni de quien es, si es que tiene dueño o no, , Lo ves..., lo acaricias o lo espantas y por ahí viene la cosa.
Los vinos Tajungapul nacieron con esa idea, que no se sepa las cepas (y seguimos con el juego de palabras), que no se sepa exactamente de dónde son, ni en que bodega se hicieron, ni quién fue el enólogo que está detrás de la escena. Te atrapan desde sus atractivas etiquetas y sus sabores y los quieres o no los quieres... como a un perro callejero.
Los vinos Tajungapul nacieron con esa idea, que no se sepa las cepas (y seguimos con el juego de palabras), que no se sepa exactamente de dónde son, ni en que bodega se hicieron, ni quién fue el enólogo que está detrás de la escena. Te atrapan desde sus atractivas etiquetas y sus sabores y los quieres o no los quieres... como a un perro callejero.
Roberto afirma que su búsqueda se orienta a "elaborar vinos honestos, fáciles de beber y sobre todo, que
mostraran una dadivosa relación precio / calidad con el fin de acercar al consumidor joven y curioso, sugerir al
consumidor experimentado una alternativa
descontracturada de disfrute, dejando a un lado la
formalidad de la degustación técnica, fichas de cata, y
racionalización del acto de compartir el vino".
Tajungapul - Blend de Blancas 2015 $ 115
Un vino brillante y cristalino, de amplia paleta aromática: jazmín, pera y durazno. En boca llena el paladar con cierta dulzura a la vez que mantiene una acidez que aporta frescura. La cosecha 2015 está llegando al final de su ciclo, pero aún sin etiquetar, catamos también la cosecha 2017 (no se elaboró en 2016) y vale la pena.
Un vino brillante y cristalino, de amplia paleta aromática: jazmín, pera y durazno. En boca llena el paladar con cierta dulzura a la vez que mantiene una acidez que aporta frescura. La cosecha 2015 está llegando al final de su ciclo, pero aún sin etiquetar, catamos también la cosecha 2017 (no se elaboró en 2016) y vale la pena.
Tajungapul - Blend de Tintas 2015 $ 145
Un blend con buen cuerpo, donde hace presencia la fruta negra bien madura que -en línea con el blend banco- aporta dulzor. Buena nariz, con notas especiadas. Mantiene frescura en boca logrando un vino muy bebible.
Un blend con buen cuerpo, donde hace presencia la fruta negra bien madura que -en línea con el blend banco- aporta dulzor. Buena nariz, con notas especiadas. Mantiene frescura en boca logrando un vino muy bebible.
Tajungapul Petit Verdot 2015 $ 195
Esta cepa es peculiar, y lograr un varietal que descolle no es fácil, aunque cada vez hay más en el mercado. Aquí la fruta se impone y los taninos maduros ayudan a lograr un resultado aceptable para su precio.
Esta cepa es peculiar, y lograr un varietal que descolle no es fácil, aunque cada vez hay más en el mercado. Aquí la fruta se impone y los taninos maduros ayudan a lograr un resultado aceptable para su precio.
Tajungapul de Montaña 2015 $ 295
Blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Syrah y Tannat. Tiene un buen paso por madera (12 a 18 meses). Es un vino intenso, amplio en aromas, aunque no del todo equilibrados. En boca cumple las expectativas.
Blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Syrah y Tannat. Tiene un buen paso por madera (12 a 18 meses). Es un vino intenso, amplio en aromas, aunque no del todo equilibrados. En boca cumple las expectativas.
Tajungapul del Valle 2015 $ 490
En este caso el blend es menos pretencioso, solo dos cepas: 70% Malbec y 30% Cabernet Sauvignon, pero mejor logrado. Buena combinación de nuestro Malbec con un Cabernet que lo integra, redondea y aporta elegancia. Me gustó.
En este caso el blend es menos pretencioso, solo dos cepas: 70% Malbec y 30% Cabernet Sauvignon, pero mejor logrado. Buena combinación de nuestro Malbec con un Cabernet que lo integra, redondea y aporta elegancia. Me gustó.
Tajungapul Alta Montaña 2013 $ 675.
El vino icono muestra un esmerado trabajo de cortes: es un blend de una cofermentación de Malbec, Ancellota, Tannat y Petit Verdot, con otra parte de Malbec elaborada fuera de la cofermentación, y está bien integrado. Intenso, con buen cuerpo y largo final.
Cuantas veces nos vimos sorprendidos por la inteligencia del perro callejero que sabe cruzar con destreza una avenida rebosante de vehículos y llegar tranquilamente del otro lado... Con Tajungapul pasa algo parecido, más allá de lo llamativo del nombre y la búsqueda de impacto de los diseños de las etiquetas, su dueño tiene claro su objetivo y los vinos cumplen lo prometido. Pueden animarse a invitar a este perro callejero a su casa.
Fotos tomadas por El Ángel del Vino
Más info: https://www.nicolasorsini.com/tajun-gapul/
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