Desafío Federal #Burbufest
Desafío de espumantes argentinos
Esta semana Francisco Rivero Segura, amigo, colega comunicador del vino, bloguero, miembro fundador de AWB (Argentina Wine Bloggers) y organizador del famoso Desafío Federal, tuvo la cortesía de invitarme al #Burbufest. Así decidió llamar a este mini-desafío federal de espumantes que se animó a organizar cuando, llegando fin de año, muchas de las bodegas que acostumbran a participar con sus vinos en el Desafío Federal (evento de anual cata a ciegas) empezaron a preguntarle: ¿vas a hacer algo con espumantes, te mandamos unas muestras?
Ni lerdo ni perezoso aceptó el convite, empezó a recibir espumantes y en poco tiempo se vio obligado a poner un corte en la cantidad porque, por suerte, el mundo de los espumantes en nuestro país no para de crecer, siendo cada vez más las etiquetas presentes en el mercado. Para placer de los amantes de las burbujas, hoy en día casi no hay bodega que adolezca de tener un espumante en su portafolio de vinos.
Tampoco le daba el tiempo para organizar un desafío “tradicional”, que crece y crece cada año y es uno de los grandes eventos del vino anuales en la escena porteña y nacional. Por eso prefirió invitar a un pequeño grupo de enófilos que tendríamos la suerte de catar a ciegas la selecta muestra de 37 espumantes que fue sumando hasta que puso un stop para que no resultara interminable la lista. De hecho, cuando el #Burbufest se hizo público en las redes sociales, varios productores se lamentaron por no haber podido participar. ¿Queda abierta la puerta entonces para un futuro Desafío Federal de espumantes argentinos? habrá que preguntarle a Francisco, pero no estaría nada mal.
Las tandas en competencia
Al momento de decidir cómo armar las tandas, la primera opción fue de manual: una para los espumantes elaborados bajo método Charmat (participaron 15 muestras con valores entre $260 a $660) y otra para aquellos bajo método Tradicional o Champenoise. La duda se presentó entre estos últimos cuando se encontró que había algunos con un precio sugerido de $340 y otros que multiplicaban varias veces ese valor. ¿Era justo ponerlos a competir en una misma tanda? Ahí se abrió en dos esta categoría, quedando una con 16 muestras de precios entre $340 y $820 y otra con seis muestras cuyos precios superaban los $900, llegando hasta casi $2500 el más caro.
Antes de empezar Francisco nos hizo unas preguntas, la primera fue: ¿Cuándo preferís tomar un espumante: ¿antes, durante o después de comer? Aquí las respuestas estuvieron divididas siendo que varios lo prefieren como aperitivo y otros -entre los que me incluyo- los ven mejor para el brindis final. En los que muchos coincidimos fue que el espumante puede ser un versátil y gran compañero de muchas comidas y con la opinión que al respecto expresó Diego Migliaro, acerca que muchas veces en un restaurante es más fácil elegir un espumante que un vino blanco porque suelen presentar una mejor o "más segura" relación precio / calidad (tema que da para otra nota en sí misma, sobre cómo se va desarrollando el mercado de los vinos blancos de calidad en nuestro país).
También nos pidió escribir de antemano nuestras etiquetas de espumantes preferidas para cada método de elaboración, con el fin de poder comprobar, al final, si aún a ciegas podíamos reconocerlos o al menos si los habíamos incluido también a ciegas entre nuestros elegidos.
Mi planilla de cata y puntajes |
En mi caso al descubrirse las etiquetas tuve la alegría de comprobar que sí y ver aparecer entre los Charmat a mi apreciado H. Schroeder y entre los Champenoise al Lui de Mauricio Vegetti, al Bianchi Premiun y los siempre destacados Cruzat y Rosell Boher, que espumantes que suelo recomendar cuando me consultan a boca de jarro.
Sobre la cata en sí misma y sus resultados, voy a dejar que se explaye en detalle Francisco en su blog Logia Petit Verdot, pero puedo adelantar algunas de mis conclusiones. En principio, entre los catadores se apreció una nítida diferencia de gustos en estilos, que para simplificar distinguiremos como los "sobrios" y los "profundos".
¿Qué quiero decir? Que algunos catadores por un lado dan mayor importancia a los aromas primarios, suavidad, sutileza, con una paleta de aromas más bien sobria y otro grupo (entre los que me incluyo) buscan aromas y sabores más intensos o profundos y de gran intensidad, acentuados con mayor presencia de notas aportadas por las lías, con buen cuerpo, pero siempre manteniendo un buen equilibrio y elegancia.
Entre los del estilo "sobrio" se encontraron algunos espumantes de Bodegas grandes que, pese a que los elaboran en grandes cantidades, han logrado un expertise tal que (en mi opinión) llegan a moldear el gusto masivo hacia este estilo y a quienes hay que reconocerles que ponen en góndola espumantes de gran relación precio / calidad. Entre ellos podemos nombrar al clásico y bien logrado Chandon Extra Brut, con leve pero destacada nariz de aromas tostados, boca potente y linda acidez que le da gran fluidez y acelera el índice de "chupabilidad". También entran en esta categoría el Trapiche Extra Brut y el Kaikén Brut.
Yendo hacia los del estilo "profundo" entre los Charmat se destacaron los Schroeder (H. Schroeder Brut Rosé y Saurus Extra Brut), el Ruca Malén Extra Brut y El Relator Rosé y entre los de método tradicional el Alta Vista Extra Brut Blanc de Blancs, el Bianchi Extra Brut Premiun (etiqueta de chapa color cobre), el Chandon Brut Nature (etiqueta negra) y uno de mis preferidos de la noche: Teho Remuage Nature.
En la tercera tanda (la de los más caros) se vio que la mayoría justifican ampliamente sus precios -hay que poner un poco mas de un billete de $1000 para adquirirlos- pero hubo uno que para la mayoría se destacó notablemente por encima del resto: una novedad de Bodega Cruzat (que se dedica exclusivamente a espumantes), el Cruzat Single Vineyard Finca La Dama Extra Brut, un espumante brillante, elegante y muy equilibrado, una joyita que además contó con la virtud de ser el de menor precio en esa categoría.
Dentro de mis preferidos y pisándole los talones (en carrera de caballos diríamos que fue una final de fotochart, diferenciándose apenas por el hocico) estuvo el Rosell Boher Grand Cuvee Milesimme intensamente aromático, con hermosas notas de oxidación y gran paladar. Mi podio esta categoría lo completó el Cadus Brut Nature, que podría decir logra un perfecto equilibrio entre los dos estilos "sobrio" y "profundo".
Los Best Buy
Para cerrar les dejo los "Best buy" o sea, aquellos espumantes que presentaron una gran calidad en sus respectivas bandas de precio, y que te van a permitir cubrir la mesa del brindis de fin de año sin romper el chanchito:
Entre los Charmat:
1. Ruca Malén Extra Brut ($312)
2. Saurus Extra Brut (260)
3. Navarro Correas Nature ($265)
4. Chandon Extra Brut ($300)
5. Chakana Luna ($310). Con la ventaja de ser orgánico y biodinamico para los que prefieren este modo de elaboración.
Entre los Champenoise:
1. Alta Vista Extra Brut ($300)
2. Chandon Brut Nature ($340)
3. Kaiken Brut ($480)
Finalmente, entre los más saladitos en precio y para darse un gustito, el best buy fue el Cruzat SV Finca La Dama ($970)
Tengan en cuenta que la degustación se realizó sobre apenas 37 muestras y que en el mercado van a encontrar muchísimas más, por lo que estas recomendaciones se limitan a una selección dentro de este selecto grupo de espumantes catados. Sin dudas hay muchos otros que lamentablemente no estuvieron presentes y competirían sin dudarlo con éstos, lo que nos deja una reflexión final (algo que ya charlamos algunas veces con productores de espumantes): ¿para cuándo una gran competencia a ciegas que incluya la mayoría de los espumantes que existen en el mercado? Es una categoría de vinos que, si bien ha crecido mucho en los últimos años, aun presenta un numero de marcas y etiquetas que lo harían posible. En beneficio del consumidor que busca orientación en este amplio mundo del vino.
Para cerrar, les dejo las imágenes de elegidos por el grupo, para las tres tandas:
Ordenados de izquierda a derecha - 1° H. Schroeder |
Ordenados de derecha a izquierda - 1° Teho Remuage |
Ordenados de izquierda a derecha - 1° Cruzat |
Muy buena nota Angel !!! Gracias por haberte sumado a la locura del #Burbufest
ResponderEliminarQué temperatura tiene que tener el deposito para que no se dañe el vino. Estoy buscando deposito en alquiler, pero necesito el dato primero. Gracias
ResponderEliminarNo solo la temperatura (lo ideal es que se encuentre aproximadamente a menos de 15 grados Celsius) es importante, sino tambien que el espacio respire y mantener el grado justo de humedad (entre 65% y el 75%).
ResponderEliminarFinalmente cuidar la iluminación que sea tenue y que no haya en el mismo espacio otro tipo de productos que puedan contaminar (jabon en polvo, quimicos, etc.).
No es tarea facil en Buenos Aires con nuestras condiciones climaticas. Mucha suerte