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lunes, 4 de noviembre de 2024

Las Criollas de Agustín Lanús

Las Criollas de Agustín Lanús

La exploración en el Valle Calchaquí le ha dado nombre a su nueva línea de uvas criollas. 

Sunal Exploración refleja la búsqueda apasionada y continua por resguardar las cepas ancestrales y patrimoniales, creando vinos con identidad única.

Mantengo una relación muy especial con Agustín Lanús, ya que desde hace años ambos venimos recorriendo, con distintos roles, un camino paralelo en el mundo del vino: él como enólogo y yo como comunicador. Fue el primer winemaker a quien le hice una nota (titulada Agustín Lanús, de San Isidro a Cafayate con un stop en Montpellier, que durante los primeros años de este blog fue una de las más leídas) contando su historia con el vino y fue también uno de los que me impulsó a enamorarme y convertirme en uno de los más conspicuos difundidores de las uvas criollas.

Por eso, encontrarme con Agustín es siempre reconfortante. En mi último viaje a Salta, siendo que el vive allí, era una prioridad volver a vernos, lo cual logramos concretar en el mejor entorno: una degustación de sus espectaculares vinos de uvas criollas en el local Altacava, recientemente inaugurado en la capital salteña.

No hacía mucho había compartido su presentación realizada en la Feria de la Distribuidora Somos Selectos en Buenos Aires, por lo cual en esta nota voy a aglutinar conceptos vertidos en ambos eventos.

Lanús se considera uno de los “Guardines de las Criollas”, con la misión de honrar el trabajo, los sueños y las tradiciones de cientos de años de las familias que las conservan en los Valles Calchaquíes.

La visión para las uvas Criollas es dar a conocer su prestigio, ya que tienen potencialidad enológica, son exclusivas -porque son autóctonas- y porque tienen una historia que contar, de cultura, tradición y lugar.

"En 2024 descubro estas plantas, que son perlas enológicas, y emprendo la ardua e ilógica tarea de extraer uvas de todos estos lugares tan distantes entre sí. Al principio me costaba mucho conseguirlas", nos cuenta, pero poco a poco se fue ganando la confianza y el aprecio de las familias que las producían en pequeña escala en sus propiedades. Tiene un total de 28 familias a las cuales le compra las uvas y, en Luracatao, ya posee un vivero propio de plantas de criollas.

Al principio juntaba todas las uvas y elaboraba un solo vino con ellas, pero poco a poco ha ido separándolas, hasta lograr llegar a la actual línea Sunal Ilógico Exploración que cuenta con distintos ejemplares de cada lugar. El burro que figura en la etiqueta es un representante típico de la zona y fue pintado por Gastón Beverina, un artista salteño.

Sunal Ilógico Exploración Criolla Chica Blanca Luracatao

Este vino es un homenaje a esta variedad, que se hizo propia de nuestro terruño hace más de 400 años, y un reconocimiento a todas las familias del Valle Calchaquí que supieron resguardarla: la criolla más alta del mundo. Proviene de Luracatao, un lugar cuyo nombre significa "pueblo alto" en lengua kakán.

Es una novedad esta Criolla Blanca, ya que como los lugareños la vendían para consumo, Agustín no se animaba a comprarla y llevarla hasta la bodega en Cafayate. Recién lo hizo cuando armó su bodega sulki itinerante (ver nota) una ingeniosa solución que le permite elaborarlas en su propio lugar de origen.

"Todo es orgánico y al no haber agroquímico en las levaduras indígenas se desarrolla muy bien, son distintos tipos de familias de levaduras que fermentan fuerte y hay que controlarlas con baja temperatura para lograr que la fragmentación dure varios días y no termine demasiado pronto", cuenta sus secretos Agustín, que apenas agrega metabisulfito para cuidar y las presenta sin filtrar, solo con desborres gruesos y con una crianza de 12 meses en huevos de concreto. Finalmente es embotellada con 2 o 3 gramos de azúcar, para que termine la fermentación en botella y genere una pequeña burbuja agradable al paladar. 

Esta singular Criolla Blanca ha encontrado en la rusticidad vallista una frescura, elegancia y complejidad impactante. Con burbujas y acidez natural, que la hacen peligrosamente bebible. Prevalecen los aromas tiolados, herbáceos, romero, ananá, eucalipto y hojas de coca. Un vino refrescante que muestras los terpenos típicos del origen (la Criolla Blanca es hija de la Moscatel de Alejandría) pero también presenta aromas tiolados como en un Sauvignon Blanc. Uno de los vinos más originales y destacados lanzados recientemente.

Sunal Ilógico Exploración Angastaco

Con uvas de una finca sobre la ruta 40, cerca de Quebrada de las flechas, una de las fincas más antiguas de la región, que tiene Criolla Chica y Torrontés, con suelos arenosos parecidos a los de Cafayate, regados con aguas del río Huasamayo.

Fermentación espontánea con levaduras indígenas. Crianza de 12 meses en huevos de concreto. De color tenue y aromas a guinda, granada y toronja, infusiones amargas como el boldo, en boca es fácil de tomar, con buena acidez y taninos que le dan la textura y persistencia

Sunal Ilógico Exploración Amaicha

Plantas de la Comunidad indígena de Amaicha del Valle, en Tucumán, a 2.200 metros sobre el nivel del mar. Una zona salitrosa, con suelos calcáreos, que da vinos de pH alto que hay que corregir. De taninos firmes y buena textura debido a los suelos calcáreos.

Sunal Ilógico Exploración Pucará

Como todas las Criollas, pese a su tenue color, ofrece un perfil aromático muy complejo donde se destaca la guinda, el quinoto y toques especiados como el eneldo. En boca se luce por su bebebilidad y sus taninos firmes, cárnico, férrico y con una acidez que lo acompaña hasta el final.


Agustín y su equipo están elaborando vinos premium de viñedos ubicados en micro terruños de extrema altitud ubicados en tres de las provincias argentinas que tocan el Valle Calchaquí: Salta, Catamarca y Tucumán. Su línea Exploración es un destacado aporte a la vitivinicultura nacional.


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