En
la nota “Masterclass de las principales bodegas del grupo Peñaflor” les
comentamos acerca de este seminario realizado en la Universidad de San Andrés,
en la cual los principales disertantes fueron la MasterWine sueca Madeleine
Stenwreth, el Director de Enología Daniel Pi y el Director de Vitivinicultura Marcelo
Belmonte.
Ahora
es el momento de compartir sus contenidos, con una serie de notas que comienzan
con una apertura general sobre los terroirs de Argentina - realizada por Marcelo
Belmonte - y continuará con notas en detalle de cada uno de los terroir donde
el Grupo Peñaflor cuenta con bodegas, cubriendo gran parte de las áreas
vitícolas argentinas.
Belmonte
ingresó en Trapiche en el año 2004. Es Ingeniero Agrónomo de la Universidad
Nacional de Cuyo, con postgrado en Master Sciences de la Universidad de Davis,
California, y lo siguiente es un detallado resumen de lo expuesto por él en el
seminario:
La cordillera define
nuestros vinos, suelos y agricultura. Todo se remonta a Pangea (n. de la r.: super-continente
que existió al final de la era Paleozoica y comienzos de la Mesozoica que
agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas del planeta) y el proceso que
derivó en la separación en los distintos continentes, que -entre otras cosas- generó
la Cordillera de los Andes.
Esto sucedió por
subducción de la placa de Nazca, que se movió por debajo de la placa
Sudamericana, durante un periodo comprendido entre 20 y 7 millones de años
atrás.
Ese desplazamiento aún continúa a razón de 2 mm/año. El ángulo con que
esto ocurre varía a lo largo de la Cordillera: al sur de Mendoza -en la Payunia-
es muy anguloso y hay muchos volcanes, distinto a lo que sucede en el Himalaya -donde
chocan las placas- y en California -donde las placas de desplazaron en forma
paralela.
Los indicadores
Hay una alta correlación
entre orografía, temperaturas medias anuales y escalas de temperatura.
Las temperaturas: la Escala
Winkler mide la cantidad de días con temperaturas mayores a 10°C (temperatura
en la cual la planta empieza su actividad metabólica). Esta escala va de I a V
y mide “grados días” GDD de octubre a abril en nuestro hemisferio. En la escala
I se adaptan mejor las variedades de ciclo muy corto, como el Pinot Noir, y en
la escala V las variedades de ciclo largo, como el Mouverdre, por ejemplo.
Temperatura media del mes
anterior a la cosecha: es otro indicador muy importante (cuando se quiere
acelerar la cosecha se obtiene alta acidez, pero taninos mucho más duros
penalizando el tema aromático). Entre 19 y 21 °C es lo que se busca, ya que dan
vinos por encima de la media.
Heat Load (carga térmica):
número de horas con temperatura mayores a 22°C en el último mes de maduración.
Esta carga térmica está claramente asociada con la altitud.
Temperatura de racimo: es
función de la exposición del mismo en la planta. Puede llegar a 44 °C, pero
buscamos que no supere los 35°C, Eso nos lleva al manejo de sombra, luz filtrada,
buscando mejores haces de luz. Pero en zonas frías cambia, allí quizá es mejor
la luz directa.
Las precipitaciones: se
asocian a la orografía y a los dos anti-ciclones que influencian nuestro clima:
el de Brasil (que trae lluvias) y el del Pacífico (que trae nevadas a la
Cordillera).
La Altitud: a mayor
altitud, menor es la temperatura media del ciclo vegetativo, lo cual es claro
en la zona cercana a la Cordillera, pero en zonas alejadas como Mar del Plata
la temperatura media del ciclo vegetativo es una de las más bajas, aun sin
tener altitud sobre el nivel del mar. Cafayate y Chapadmalal salen de la zona.
Marcelo resaltó que los
indicadores se toman con “pinzas” ya que a veces hay condiciones que modifican
su interpretación. Por ejemplo, en Cafayate hay factores que los diferencian de
otras.
Los suelos
Mapa geológico: hay 22
provincias geológicas en Argentina, mucha diversidad de terroir y mucho por
estudiar.
Suelos primarios: roca
madre en la parte profunda. Después le cayó encima lo demás. Son suelos
autóctonos.
Suelos secundarios: alóctonos.
La roca madre viene de otro lugar y llegó allí por otros factores. Son mucho
más variables (por ejemplo, Mendoza).
- Coluvial: partículas trasladadas por gravedad.
- Aluvial: partículas trasladadas por agua.
- Chapadmalal: partículas trasladadas por viento.
Hay 5 factores principales
que influyen: Suelos, Sol, Agua, Vientos y Altitud.
Viento Zonda o viento
entre valles y montañas, ayudan a la sanidad. Pero en otros lugares como en
Chapadmalal pueden deshidratar mucho las uvas.
La altitud aumenta la
intensidad de la luz ultravioleta y da mayor color. También hace variar los
suelos (con más roca) y varía la cantidad de oxígeno disponible.
Argentina tiene gran
diversidad de terruños. Hay 217.750 hectáreas cultivadas con vides entre las
latitudes 22° a 42°.
La influencia en el vino
A medida que sube la
altitud la planta tiene mayor estrés ambiental y la obliga a producir muchos
componentes, más allá del azúcar. Si se tiene en cuenta que el vino es en más
de un 80% agua y en general, entre 12 y 15% de alcohol, resulta que un 1% de
los componentes que quedan son claves para obtener resultados distintos, que
pueden hacer pasar de un vino regular a uno excepcional.
Estas condiciones
excepcionales estimulan a la planta a producir más de esos componentes que
apenas forman parte de ese 1% y de ello se trata, de trabajar en todos estos
factores, comprendiendo como influyen en cada terroir, para obtener un mejor
vino.
No se pierdan las notas
sobre cada terroir en particular que van a venir: Chapadmalal, Mendoza - Valle
de Uco, Mendoza - Agrelo y Primera Zona, San Juan - Valle del Pedernal y Valles
Calchaquíes, en las cuales además de las características de los terruños hablaremos
de los vinos que el grupo allí elabora en sus distintas bodegas.
Les recomiendo ver las otras notas del seminario sobre los terroirs:
Les recomiendo ver las otras notas del seminario sobre los terroirs:
Muy buena nota Ángel! Qué bueno ver cómo las bodegas se preocupan cada vez más por estudiar en busca de lograr más calidad en los vinos que producen. Salú!
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