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viernes, 9 de diciembre de 2022

Los blancos de Familia Zuccardi

Los blancos vienen marchando

Zuccardi presentó sus mejores blancos

En un evento realizado en el restaurante La Mar de Palermo, Familia Zuccardi realizó una exclusiva presentación de sus mejores vinos blancos, incluyendo una cata vertical de los Fósil Chardonnay de San Pablo, guiada por Sebastián Zuccardi y el lanzamiento del nuevo Botánico Chardonnay de Gualtallary.

"Lo más importante son los vinos que vamos a tener enfrente. Siempre trato de ponerle un título a lo que vamos a hacer y en este caso es: la meta es el origen, una frase de Karl Kraus que representa los vinos que vamos a probar, que tratan de contar la historia de su origen. 


Son vinos de montaña, con sus paisajes, su clima, el agua que provee, los suelos que se formaron y porque también, somos gente de montaña. Siempre la tenemos presente y determina nuestra forma de ver el mundo. 


Tenemos una zona fría, pero a diferencia de otros lugares del mundo, con mucha luz, con sol, lo que cambia todo respecto a lugares típicamente nublados. Lo otro es la unión roca y granito con carbonato de calcio. Y cuando hablamos de gente también hablamos de la historia del lugar, en este caso de los últimos 20 años. El lugar, la variabilidad de añadas, todo ello se conjuga para hacer vinos distintos". 


Con ese preciso discurso comenzó el encuentro Sebastián Zuccardi, quien ya desde hace varios años lleva adelante y dirige con una claridad contundente los desarrollos y la orientación de los vinos de la familia y la bodega que lleva su apellido.  

"Pensar que hace muchos años, en Argentina, el Torrontés era el único blanco considerado, pero todo esto se ha venido revolucionando. Hoy rompemos barreras, cultivando más al sur, más al norte, más alto, con más diversidad de estilos, con capacidad de guarda", se explayó.


"Es que hay un revival de los blancos (ver nota de este blog en 2016) que se basa en todo esto y en un afinamiento en la forma de hacerlos. No hay límites para los vinos blancos en nuestro país. Y la línea Fósil cuenta un poco esa historia", cerró Sebastián Zuccardi antes de pasar a la degustación de los vinos.


La Indicación Geográfica San Pablo

"En el 2012 San Pablo era un lugar desconocido, y tremendamente frío". Cuenta Zuccardi que diez hectáreas plantadas el año pasado murieron en una helada y hay que arrancarlas. Plantaron Chardonnay (la finca tiene un 20% con esta cepa), Verdejo, Albariño, Semillón y Riesling, elegidas porque funcionaban bien en la zona de Santa Rosa donde hacen sus experimentaciones varietales.


Para ayudarnos a entender esa historia se puso en la mesa una cata vertical de los Fósil Chardonnay cosechas 2016, 2019 y 2021. Y Sebastian explicó el porqué de la elección de las mismas: "La 2016 fue la primera, en un año muy frío, la 2019 la elegimos porque quizás sea el mejor año y la 2021 que es la que estamos lanzando ahora, porque tiene un nivel de precisión muy alto, que aún no tenía en el 2016". 

    

¿Por qué San Pablo es un lugar tan especial?

Particularmente, por la relación altura y latitud, cada 100 metros que se sube en altura el promedio de temperatura baja 1°C, pero también influye mucho a qué distancia de la montaña se encuentra el viñedo. Por ejemplo, esto implica que la cosecha en San Pablo se realice un mes más tarde -estando a la misma altura sobre el nivel del mar- que en Gualtallary, y eso es por su cercanía a la cordillera. 

 Fotografía de drone cortesía de @fedeframa a través de Geografía del Vino


Además, el balance de suelos de San Pablo es fantástico para blancos, lo que da equilibrio para una madurez lenta. El suelo tiene más porcentaje de arcilla que en Gualtallary y es un lugar con más lluvias.


Indicación Geográfica desde 2019, San Pablo, separado de Gualtallary por el Río Las Tunas, comparte ciertas propiedades con esta zona (altura, suelos) pero se caracteriza por ser más fría y húmeda por su cercanía a la montaña y por tener algo más de suelos, que también ayudan a regular la influencia del sol. Al pie de la cordillera, es una IG relativamente chica, que va de los 1.100 a los 1.700 metros, y da vinos de gran fineza y precisión, particularmente en los blancos (texto de enolife)


El concepto es mostrar, desde la bodega y con transparencia, el origen.


Para lograrlo, detalla una progresión de decisiones y tareas que fueron implementando desde el año 2016 hasta el 2021: 

  1. Trabajar la división de cosecha en cinco parcelas, cuando antes era una.
  2. Decidir la fecha de cosecha buscando el punto de acuerdo con la cata de la uva.
  3. Un proceso de prensado muy cuidadoso.
  4. Desborre más limpio o más turbio, según el año.
  5. Elección del material de fermentación.
  6. Crianza.

Una misma filosofía, pero cuidando mucho de los detalles, afinándolos cada vez más. Fuimos perdiendo el miedo a ciertas cosas, como a la verticalidad, lo cual nos permitió cosechar antes y no esperar que tenga "todo". O animarse a trabajar sin maloláctica, sin ningún tipo de problemas, debido al pH que tenemos. Así, ganamos mucho en precisión.

Los resultados están a la vista y los han llevado a comprar 35 hectáreas más, para plantar blancos en San Pablo.


Fósil 2016

Con solo 13º de alcohol pese a ser cosechado muy tarde, el 14 de abril porque empezó a aparecer botritis. 60% fermentado en concreto y 40% en barrica de 500 litros usadas. Se siente la madera, pero destaca su nariz, con muchos matices.


Fósil 2019

Tiene un color mucho más claro que el anterior, y no es sólo por el envejecimiento del 2016. Aquí el concreto se eleva al 70% y el restante 30% en barricas de 500 litros usadas. Es el más vertical, el más mineral, con notas a hierba cítricas como el chil chil, una hierba de la familia del huacatay que aparece en el lugar, con notas a hierba fresca alimonada. El 2019 fue un año frío y seco, que le da algo de grasa en la boca y la textura aportada por el calcáreo.

Fósil 2021

Un año fresco y lluvioso. En este caso se elaboró 50% en concreto y 50% en barricas de 500 litros usadas. Es el que encontré más afinado en boca, elegante, pero también con estructura, potencia y tensión. Hay transparencia en nariz. También es el que muestra en mayor medida que en el suelo hay calcáreo: salinidad, acidez, textura. Deja la boca seca, pero salivando, es la mayor precisión lograda hasta ahora, define Zuccardi.


Botánico 

Esta nueva etiqueta surge en el 2021 y busca mostrar la expresión de Gualtallary. Ambos son vinos identificados con Aluvional, vinos de ciertos parajes de esos pueblos. San Pablo Estancia son los Fósil y Botánico es Monasterio en Gualtallary. 


De lejos Gualtallary y San Pablo pueden parecer iguales, pero de cerca son muy distintos. Primero por el paisaje, San Pablo fue un lugar cultivado con chacras cerradas con álamos y sin mata nativa. Distinto a Gualtallary que era virgen.

Foto: Geografía del Vino (Guillermo Corona)


San Pablo es una finca en la que dividimos los bloques por suelos y en Gualtallary plantamos por suelos. También es distinta la parte climática. En Gualta buscamos suelos con más "loes" arriba (una acumulación de grano fino de color claro de partículas de arcilla y limo que han sido depositadas por el viento), al menos 40 - 50 cm para lograr que el Chardonnay madure más, para lograr alargar la madurez, algo que en San Pablo es al revés, hay que tratar de acortarla porque se da muy tarde.


Botánico 2021

En este caso las proporciones son 40% en concreto y 60% en barrica usada. Es notoria la diferencia en nariz, pero Sebastián Zuccardi quiere marcar la diferencia de la sensación táctil de la lengua. Es como más picante, más abrasivo, menos graso y más salino.


"Tratamos de evitar aromas tropicales o a frutas amarillas en nariz. El acero inoxidable tiene carga eléctrica y hace que los vinos se cierren, sin llegar a reducción, por eso a los blancos se les pone los cuatro últimos meses en acero inoxidable", dio detalles, agregando: "No podríamos llegar a este nivel de vinos comprando uvas porque hace falta mucha viticultura para lograrlos".


Para cerrar esta nota aprovechamos una conclusión de Guillermo Corona en su blog Geografía de VinoEl punto más distintivo de San Pablo es su gran cercanía con la montaña, la cual hace de cierre no sólo oeste, sino también sur. Esto hace que a la misma altura que Gualtallary, aquí sean muy menores las mínimas, con el riesgo de heladas asociado. Sumado a la altura lleva a que sea uno de los últimos lugares del valle de Uco donde se cosecha, lo que lo convierte en un lugar ideal para los vinos blancos. De allí salen algunos de los más renombrados blancos del panorama nacional.


Y a estas condiciones naturales, sin dudas, se suma el trabajo concienzudo de Sebastián Zuccardi, quien aporta todo aquello que debe ser entregado por el hombre para obtener estos genuinos e incomparables vinos blancos de montaña.  



Para conocer más sobre este tema te recomendamos leer también esta nota: Los blancos evolucionan en Zuccardi




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