The Vines of Mendoza es un emprendimiento de 670 hectáreas ubicado en el Valle de Uco, que se destaca por permitir a los amantes del vino de distintas partes del mundo tener su propio viñedo y elaborar sus propios vinos, sin necesidad de tener que crear una bodega propia.
Para ello cuentan con las instalaciones de la bodega de The Vines y un equipo enológico al mando de Pablo Martorell (izquierda), con el acompañamiento de Walter Carrizo (derecha) y la consultoría de Santiago Achával. Allí los propietarios pueden involucrarse activamente en el proceso o dejar que la bodega se ocupe de todos los detalles.
La propuesta se completa con un lujoso
resort: The Vines Resort & Spa, que cuenta con 21 villas de alojamiento, una
gran piscina climatizada y el Restaurante Siete Fuegos de Francis Mallmann
con su distinguida cocina de fuegos.
El mínimo para comprar es un acre
(casi media hectárea) con un costo de entre 80 y 100 mil dólares y un mantenimiento
anual de 3.000 dólares. Estas parcelas privadas se ubican desde el arroyo hacia la
bodega. Hacia el otro lado (el de la ruta) se ubica la Villa de los Enólogos, concepto
que se sumó en 2008 y consiste en un sector especialmente reservado para la instalación
de viñedos y bodegas dentro de los límites de The Vines, pero independientes en
sí mismas, en el cual se ubican las bodegas Solo Contigo, Corazón del Sol,
Super Uco, Gimenez Riilli y próximamente la de Ver Sacrum. Es común que los enólogos de la villa de enólogos compren uvas a los
propietarios de The Vines.
En la bodega los vinos se elaboran en micro vinificaciones, para lo cual cuentan con cantidad de tanques de
acero inoxidable de pequeño volumen -se hicieron 360 fermentaciones en 2017- y
cada propietario puede hacer su propio vino, eligiendo la categoría: Premiun,
Premiun +, Super Premiun y Ultra Premiun, debiéndose pagar un valor adicional
por vinificación y embotellado, que depende de la categoría elegida.
Pablo Martorell nos recibió y contó
que: “existen en los viñedos treinta variedades de uva. Es como un gran
laboratorio. Se trabajan cientos de parcelas y se vinifican más de 150 vinos
distintos al año. Probablemente en ese sentido sea una de las bodegas más
grandes y complejas del mundo. Los clientes nos piden material, cursos,
estudian, leen, piden datos...”.
“Aún queda un 20% de superficie sin
plantar y hay posibilidades que la superficie crezca a 800 Ha si se permite
hacer dos pozos más de agua. Los suelos son de origen aluvional, hacia el
margen derecho con más mineralidad y hacia el margen izquierdo con más canto
rodado. Hacia abajo los suelos son más profundos y dan más acidez, en tanto hacia
arriba dan vinos más concentrados y tánicos”.
La altitud va desde 950 a 1200
msnm, habiendo una diferencia de temperatura de 3°C de abajo hacia arriba.
Con tanta variedad, le
preguntamos a Martorell qué era lo que resultaba más complejo y nos contestó: “lograr el
estilo que pretende el cliente”.
Pablo Martorell es además el enólogo principal de Bodega Gimenez Riili y elabora su propia línea de vinos, llamados Tierra de Dioses, los cuales tuvimos la suerte de probar en esta visita:
- Tierra de Dioses Bravo Malbec 2012 $180
- Tierra de Dioses Mito Malbec 2014 $380
- Tierra de Dioses Unico Malbec 2011 $750
- Tierra de Dioses Cabernet Franc 2014
- Sangiovesse 2017 (de tanque) va a salir con otra marca.
- Zinfandel 2017 (de tanque)
En la próxima nota nos explayaremos sobre los vinos de Mariana Onofri que tambien catamos en esta visita.
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