Bodegas grande orgullosa de sus líneas masivas
Buscar el ámbito y el mensaje apropiado para cada segmento de consumidores
Recuerdo que a poco de comenzar mi camino en este mundo del vino, al empezar a conocer la manera en que la industria lo promocionaba y desarrollaba sus acciones de marketing, una de las cosas que más me llamaba la atención era que las bodegas hacían siempre un gran esfuerzo en mostrar sus vinos de alta gama (lo cual está perfecto) pero descuidaban y hasta "escondían" sus líneas de base o entry level.
Al principio se los hacía notar,
y les daba mi humilde opinión acerca que los vinos "comunes, de mesa
(denominación que fue abolida hace tiempo) o de principio de gama" tenían
que ser tan promocionados como los otros. Pero la verdad que la recepción a mis
comentarios -en general- no era bien recibida, más bien les resultaba incomoda.
Así fue que -en conjunto con múltiples
factores que no son objeto de esta nota- vimos caer el consumo de esos vinos de
manera estrepitosa, y aun lo siguen haciendo. Lo cual no deja de ser injusto si
lo relacionamos con su actual relación precio calidad, ya que en ese sentido
las bodegas en general sí hicieron un buen trabajo y mejoraron y modernizaron
bastante sus vinos entry level. Pero ese esfuerzo por sí solo no alcanzó para
frenar una caída que está asociada más a cambios en los estilos de vida (incluyendo
dentro de “estilos de vida” la irrupción y aceptación de las gaseosas y
cervezas en forma masiva).
Por eso hoy me alegró ver que una
bodega tradicional como Bodegas Bianchi, que el año pasado hizo pie en Valle de
Uco adquiriendo allí una bodega para reforzar sus líneas de alta gama, haya
lanzado una campaña denominada "La democratización del vino"
Esta propuesta está asociada a
uno de los vinos más exitosos de la Bodega: Don Valentín Lacrado.
Al respecto Sergio Pomar (derecha) uno de
los enólogos (el enólogo jefe es Silvio Alberto) expresó:
"Hay que disfrutarlo, volver a las bases, el vino está para la
mesa de todos los días, reivindicar el vino de mesa, disfrutar más".
Adrián Cura, Gerente de Marketing, comentó que buscan con esta campaña aumentar la propuesta de valor de la
compañía. “Partíamos desde la gran caída
del consumo, tratando el vino casi como un objeto de lujo. Democratización
significa buscar el ámbito y el mensaje apropiado para cada segmento de
consumidores”, aclara.
Adrian Cura, Sergio Pomar y Rafael Calderón |
También estuvo presente Rafael
Calderón, CEO de Bianchi, mostrando el apoyo de la máxima línea directiva. “Estos vinos son el sustento económico de cada bodega, el Don Valentín
lanza 12 millones de botellas al año, lo cual es significativo como para no ser
comunicado del consumidor. A la etiqueta del blend le agregamos la frase Patrimonio
Argentino, porque este vino tiene una identidad argentina muy
contundente".
El gran desafío es recuperar la
caída de litros per cápita perdidos. En tal sentido, Don Valentín Lacrado
agrega a la propuesta de sus dos blends tinto y blanco; tres nuevos varietales:
Malbec, Cabernet Sauvignon y Torrontés, que están pensados para disfrutar sin
muchas vueltas.
Sergio Pomar cuenta que: “son vinos diseñados, pensados, y
planificados desde la producción y el proceso para lograr lo que tiene que
tener un vino que nos pueda acompañar en la mesa de todos los días, a un precio
accesible y competitivo:
- sin
grandes pretensiones, pero siendo correctos y sin defectos.
- que sean
ricos, frescos, sabrosos, divertidos.
- que se
puedan maridar fácilmente con las comidas.
- que posean
una estructura media y equilibrio.
Este Torrontés se puede tomar con
soda, con hielo, como uno más le guste "sin que nadie al lado te mire
raro", expresa Pomar.
Es Torrontés Riojano proveniente
100% de viñedos de San Rafael, de un parral del viñedo Doña Elsa, que pertenece
a bodegas Bianchi.
Es fresco con buena acidez y equilibrado, con una “puntita” dulce, no tiene amargor. Pomar aclara que no tiene azúcar residual y que esa puntita que notamos se puede deber a que se hace una crianza corta sobre las lías, como un battonage.
Don Valentín Lacrado Malbec 2018
Cuando le preguntamos a Pomar qué
hace falta para manejar volúmenes tan grandes responde: "mucha coordinación y conocimiento para poder hacer quince
millones de litros". Y dos millones de kilos de uva se utilizan para este
Malbec, que deben cosecharse en una ventana temporal de apenas 20 días.
Este Malbec redondo, suave y
rico, se produce con un 80% de uvas de San Rafael, provista por productores y
un 20% de uvas de Agrelo y Barrancas.
Don Valentín Lacrado Cabernet Sauvignon 2018
También es un vino muy amable, fácil
de tomar, aunque si tuviera que distinguirlo del Malbec diría que lo elegiría más
para la cena y al Malbec para el almuerzo. Al final te explico porque.
Conclusiones
En primer lugar darse cuenta de
los volúmenes: se producen millones de litros de Don Valentín. Once del
tradicional Blend, un millón y medio de Malbec, 600 mil Cabernet Sauvignon y
150 mil de Torrontés.
Sergio Pomar insiste que para
ellos técnicamente es un orgullo hacer estos vinos, que son los que tienen la
mayor rotación y por lo tanto mantienen a los enólogos al límite. “En estos volúmenes la técnica y la
tecnología son importantes para lograr buenos resultados. Más de 200 personas
trabajen en estos vídeos y sutilizan uvas de más de 50 productores. Para el equipo de enólogos estos vinos
tienen los mismos cuidados que los de alta gama”, enfatiza.
Recordar que es vino para la mesa
de todos los días, y que tenemos que volver a incorporar la botella a la mesa
de todos los días. Para los argentinos el vino es la bebida nacional, es un
alimento y como tal está incluido en el código alimentario.
Quiero finalizar esta nota contándoles
que me puso muy contento esta iniciativa de Bianchi. Tan contento que llegué a
casa y me dieron ganas de escribirla inmediatamente, para que las sensaciones
no se diluyan con el tiempo; y contar que la mesa en la que lo tomamos (porque
eso hicimos, no lo “catamos”) estaba provista -intencionalmente- de sifones.
Al principio probé los vinos
solos, pero enseguida el sifón a la vista me tentó y le puse soda al Torrontés...
esas sensaciones de hace mucho tiempo volvieron repentinamente. Sentí placer y
al mismo tiempo alegría de tomarlo con soda. Era mediodía y había que volver a
trabajar... pero así el vino se hace más fácil.
Luego repetí la experiencia con
el Malbec y me asombré de lo bien que se la "bancaba", realmente lo
disfruté. Y eso es lo que tenemos que hacer con estos vinos, disfrutarlos sin más
vueltas. Chin Chin!
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