Bodega Del Gredal la más norteña de Córdoba

Bodega Del Gredal

De otra tierra, otro vino.

En nuestro último viaje a Córdoba y durante la visita a la bodega urbana Slow Wines (nota) tuvimos la oportunidad de conocer otros dos proyectos que representan los extremos sur (Alma Minera) y norte de la viticultura cordobesa: Del Gredal, un proyecto familiar encarado por Ignacio Lozano que arrancó en el año 2009 en la zona norte del Valle de San Pedro Norte.

La bodega se llama Del Gredal haciendo referencia a las características del suelo donde están sus viñedos, ya que los lugareños lo conocían como “La Greda”: suelos pedregosos, ricos en carbonato de calcio y otros minerales. 

La finca Del Gredal cuenta con 130 hectáreas de bosque nativo, y se enorgullecen de contribuir a cuidar y conservar la riqueza de la flora y la fauna autóctonas. Tiene la particularidad de ser de los viñedos más norteños en la provincia, encontrándose a 180 km de la ciudad de Córdoba y casi 1.000 m.s.n.m. bajo un microclima muy especial.

Poseen plantados Pinot Noir, Sauvignon Blanc, Malbec y Cabernet Sauvignon y le compran Bonarda y Syrah a otra finca que manejan, ubicada cerca de Ischilín.

 

Ignacio Lozano aclara: "No éramos viticultores, arrancamos sin saber nada, usando herbicidas y fertilizantes y nos dimos cuenta de que no era lo que queríamos. Estamos en una búsqueda, aprendiendo de los suelos y de los climas. Nuestro lema es otra tierra, otro vino”.

El lugar es muy distinto, inclusive hay un tipo de palmera petisa que es la que da el yute con que se hacían las alpargatas y los vinos se llaman Misitorco, como el cerro cercano, que significa cerro del Puma (misi es puma y torco es cerro). 

En la zona abunda la aridez, los cactus llamados quiscaloro, las sierras, el viento... y destacan las casas coloniales de Tulumba, el Camino Real y los siglos de historia con la memoria de los pueblos originarios y el saber de las personas que habitan este territorio. 

"Todos estos elementos son parte esencial de nuestros vinos. Contienen todo eso en cada gota. Y sabemos que, si se hicieran en cualquier otro punto del país, no sería así" expresa Ignacio.

“Yo tengo el CORAZÓN puesto sobre el futuro. Puesto en los hijos que de mis hijos vengan. Puesto en el corazón de los que vengan luego. Puesto en los miles que han de venir mañana.” Poema Esperanza en los días que Vienen de Augusto Tamayo Vargas

Ellos invitan a los turistas a visitarlos para que conozcan de cerca el proyecto, disfruten del paisaje y del silencio junto al aroma y sabor de sus vinos.