Patios de Cafayate Wine Hotel
Un auténtico hotel salteño en el casco de una finca vitivinícola fundada en 1892
Ubicado en la finca donde la familia Michel Torino desarrolló gran parte de su actividad vitivinícola y bodeguera con Bodega La Rosa (actualmente Bodega El Esteco, perteneciente al Grupo Peñaflor) y a pocas cuadras de la plaza central de Cafayate, este hotel de estilo se convierte en la mejor opción para iniciar una estancia en los valles calchaquíes tomando como centro esta hermosa y encantadora ciudad.
Sin lugar a duda, vale la pena destinar parte del presupuesto del viaje para vivir, aunque más no sea durante 24 horas como fue mi caso, la experiencia de transitar y vivenciar una aproximación, modernizada con todo el confort, de lo que debe haber sido vivir en las épocas de esplendor de las familias que ostentaban una posición privilegiada en la sociedad salteña del siglo XX.
El hotel ofrece amplias habitaciones y en su totalidad se encuentra decorado y construido (varias de sus alas son ampliaciones posteriores a los edificios originales) con las técnicas y materiales usuales en esas épocas, como los techos de grandes ladrillones rojizos enlazados por gruesas maderas y los pisos de baldosas cerámicas color terracota, combinados con aberturas y puertas pintadas de verde en contraste con el blanco inmaculado de las paredes.
Apenas llegar, uno es recibido con una generosa copa de cortesía de típico Torrontés salteño, tanto en el lobby, como en sus variados patios y jardines.
Este estilo colonial, sencillo y cálido, se ve realzado con la numerosa decoración entre la que se destacan tejidos emarcados que cuelgan de las paredes y todo tipo de artesanías locales y antigüedades, que convierten el hotel en un pequeño museo local.
Las habitaciones son de dimensiones generosas, bien equipadas y con amplias y confortables camas, cuentan con todos los elementos de confort esperables para una estadía de esta categoría y la mayoría se encuentran rodeando los tradicionales patios coloniales.
El Hotel Patios de Cafayate se encuentra en la bifurcación entre las rutas nacionales 40 y 68.
El lugar ideal para disfrutar los vinos de altura calchaquíes en unión con su típica gastronomía, en un entorno que aúna naturaleza, historia y confort.
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