Bodega Dante Robino

Bodega Dante Robino: clásica y moderna

 Más de 100 años de trayectoria en el país 

Visitamos en setiembre de 2024 esta bodega, cuyos vinos de variedades italianas supieron ganar la mesa de los argentinos. Hoy se renuevan y apuntan también a la alta gama.

Su historia comienza con el inmigrante italiano Dante Robino, quien comenzó haciendo vinos para venderlos en su restaurante llamado El rincón del Novecientos en Buenos Aires. En el sótano del local embotelló las primeras versiones de los "vinos del Novecento" con vino traído de Mendoza en barriles de 200 litros. 

En 1920 fundó la bodega para abastecerlo y a partir de 1958 comienza a vender a terceros. En los años 60 tiene particular éxito con las etiquetas de vino espumoso y en variedades de Italia como la Gamba di Pernice y el Nebbiolo y llegó a convertirla en una de las bodegas más reconocidas del país.

En 1982 la familia Squassini tomó las riendas y supo preservar las tradiciones que Robino había establecido, al tiempo que introducía nuevas ideas y técnicas. Desde 2020 está bajo propiedad de Cervecería y Maltería Quilmes, que aportó una inyección de capitales para seguir creciendo y expandiéndose, operando más de 1.200 hectáreas de viñedos en múltiples locaciones y habiendo inaugurado un bonito restaurante, con el nombre de Observatorio Robino, en el edificio de la bodega de Luján de Cuyo.

La visita a la bodega

Nos recibió Gonzalo Funes, el enólogo principal, quien tuvo paso por Bodegas López y viene de familia de vitivinicultores, ya que sus bisabuelos y abuelos fueron contratistas de viña y es hermano del enólogo Leandro Funes, quien trabajó en A16 y ahora está en Fabre Montmayou. 

Además, cuentan desde 2019 con el asesoramiento del experimentado Jorge Riccitelli (con paso por Gargantini, Etchart y Norton; galardonado Mejor Enólogo por la revista estadounidense Wine Enthusiast en 2012) y con la ayuda de los enólogos Dariela Anguita y Martín Scatolón, vienen buscando otorgar un perfil más fresco y frutado para los vinos de la bodega.

Comenzamos el recorrido por la zona de las piletas de hormigón armado, que abarcan entre el 85 y el 90% de la bodega y están revestidas con epoxi. También tienen 700 mil litros en tanques de acero inoxidable, con una capacidad instalada total de 11 millones de litros. La parte antigua de la bodega, una nave del año 1920, es donde están las piletas más grandes.

En el momento de nuestra visita, el Visitor Center estaba siendo completamente remodelado y la sala de viejos toneles en desuso, bajo con un proyecto para instalar allí una nueva sala de barricas que quedará abierta al visitante. 

Los sótanos tienen piletas de concreto revestidas, "que es lo mejor para guardar vinos ya que se conservan mejor que en el acero porque tiene mayor estabilidad de temperatura", contó Gonzalo Funes. 

Vienen creciendo en volúmenes de alta gama y necesitan más espacio que la sala actual. Además, son fuertes productores de espumantes, que elaboran tanques de diversos volúmenes, gran parte de ellos dedicados a los exitosos espumantes de la línea Novecento.

Producen 500 mil litros mensuales de Charmat en tanques presurizados, con uvas Chardonnay y Chenin de Luján de Cuyo y también hacen con Pinot Noir y Chardonnay de Luján de Cuyo un Charmat Lungo con la etiqueta Dante Robino Extra Brut que lleva tres meses en lías, y otro de alta gama método Champenoise, de 24 meses en lías con Pinot Noir y Chardonnay de Gualtallary.

Poseen solo cuatro hectáreas de viñedos propios y el resto de la uva la compran a 130 productores de Mendoza: de la zona Este, Luján de Cuyo, Maipú y el Valle de Uco, con los cuales -para las uvas destinadas a vinos de gama media y alta- poseen contratos a medio y largo plazo, manejados por el agrónomo Tomás Pra Baldi.

Los vinos de Dante Robino

En las instalaciones del restaurante se disfrutan espléndidas vistas de 180 grados al viñedo, con un fondo que muestra al Cordón del Plata en todo su esplendor. Allí degustamos varios de los vinos de Dante Robino, junto a su enólogo.

• Dante Robino Blend Blanco: estaba aun sin etiquetar (fue fraccionado a fin de octubre), es un blend 50% Chardonnay de Gualtallary y 50% Sauvignon Blanc de Agrelo (que se fermenta en dos etapas distintas). Posee buena relación precio - calidad, es equilibrado y fácil de tomar, pero no simple.
• Dante Robino Espumante método Charmat Lungo: pasa tres meses con las lías. Fácil de tomar, pero empieza a mostrar complejidad.
• Gran Dante Brut Nature método Champenoise: bien aromático y expresivo.
• Dante Robino Malbec: otra muestra sin etiquetar aún, que nos trajo el enólogo para que pudiéramos apreciar el nuevo estilo al que apuntan, que Gonzalo llama de "vinos vivos". Elaborado con uvas de Altamira, Gualtallary, Perdriel, La Consulta y Vista Flores. Con concentración, pero manteniendo la fruta, resultando un vino moderno, con frescura y acidez, Un 30% tiene paso por barricas de tercer y cuarto uso.
• Gran Dante: pasa doce meses en barricas de primer y segundo uso, es un "gran reserva", que utiliza tonelería francesa Boutes.

• Gran Dante Bonarda 2021: con uvas de la finca de Rosell Boher en Agrelo, muy suave y fluido, en el cual buscan marcar la tipicidad, acompañando al roble. 
• Gran Dante Cabernet Franc 2023: de Gualtallary, buscan que no sea salvaje, que sea equilibrado, excelente ejemplar de esta cepa.
• Gran Dante Malbec 2012: con uvas de Finca Los Amores en Los Chacayes, que pertenece a Vicentín-Sottano. La cosecha 2021 ganó el International Wine Challenge Trophy, con 96 puntos.

• Biografía Red Blend: el primero fue cosecha 2017 y salió al mercado en 2020 para festejar el centenario de la bodega. Probamos el 2019, un corte de barricas seleccionadas con una base grande de Malbec de Los Chacayes, más Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon de Gualtallary. Muy buen balance, buen peso y estructura, manteniendo la frescura.

Las etiquetas de los Gran Dante muestran fragmentos de obras de arte relacionados con el cosmos: el Malbec tiene al astrónomo y para el Cabernet Franc encontraron una pintura de Amélie Lefrançois de Lalande, una astrónoma que trabajó con la navegación marítima en la antigüedad, que fue reelaborada para la etiqueta utilizando inteligencia artificial.

La incursión de la filial argentina del gigante global AB InBev, especializado en cervezas, en Dante Robino es una importante apuesta para penetrar también en la Argentina en el mundo del vino y los cambios impulsados ya se están haciendo notar.