Don Milagro Cruz: el vino que heredó el carnaval
Purmamarca ofrece los colores de su cerro y el vino de Don Milagro
En un rincón de Jujuy, donde las montañas parecen custodiar secretos ancestrales, una pequeña bodega artesanal honra un legado familiar con alma y paciencia.
Bodega Don Milagro Cruz es el proyecto de Gastón Cruz y Carolina Ruiz, técnica enóloga formada en Tumbaya, quienes elaboran unas 5.000 botellas al año con uvas propias de Criolla Chica, Criolla Grande, Torrontés, Malbec y Cabernet Franc.
Todo empezó con Don Milagro, abuelo de Gastón, quien hacía vino para el consumo familiar y para compartir al momento del tradicional carnaval de la Quebrada de Humahuaca. El vino se convidaba como un gesto de alegría, como parte del rito de la fiesta.
Hace 12 años, la bodega se registró como elaboradora artesanal en el INV, lo que la obliga a trasladar las muestras de los vinos hasta el Instituto en Cafayate, pero les permitió que el vino se comercializara en Purmamarca y en San Salvador de Jujuy. Fue el boca en boca lo que atrajo a los primeros visitantes: los hoteles y restaurantes del pueblo pedían los vinos, y los turistas, una historia.
Allí, casi en el mismo pueblo, tienen un pequeño viñedo, pero el viñedo principal está a un par de kilómetros, a 2.480 metros sobre el nivel del mar, en apenas media hectárea cuidada con esmero, que pudieron recuperar luego que un alud arrasó con los parrales de las uvas Criollas de 70 años, que aún hoy marcan el pulso del viñedo, pero fueron replantadas en espaldero. Incluso quedan algunas plantas aún más antiguas, que se calcula pueden tener 200 años, cerca de la casa, casi como un altar de origen, que fueron las que dieron origen a las demás Criollas. Todo se alimenta con riego por goteo, desde agua de vertiente. Pájaros y abejas obligan a proteger con redes y las uvas criollas se complementan con compras a familias vecinas. Además, hay otra parcela a 2.800 msnm con Malbec y Torrontés.
Las criollas, claro, son protagonistas (no por casualidad fue la que más me gustó en la degustación). Y no es sólo una cuestión varietal: es una decisión cultural.

Los vinos de Don Milagro
Carnaval Rosado 2023 – Criolla Chica
Un vino que respeta el alma ligera de la Criolla. Maceración muy breve, entre 5 y 7 días, porque el hollejo no aporta mucho al mosto. Sin filtrar, busca exaltar lo frutal, lo espontáneo. Apenas 11,7° de alcohol. Se bebe fácil, fresco, con alegría. Cuesta $15.000, y lo vale: tiene carácter, tiene relato. Muy buena.
Carnaval Torrontés 2025
Un blanco con breve maceración y fermentado en tanque de acero inoxidable. Se lo filtra sólo una vez, conservando textura, expresión y aromas florales. Es un Torrontés sincero, de altura, sin estridencias, que encuentra su identidad más allá del molde.
Pueblo Rojo 2024
Blend de Malbec y Cabernet Franc. Tiene 14,7° de alcohol, pero está bien integrado. Fermentación de 20 días, luego tres meses en roble usado con maloláctica en barrica. Es el vino más estructurado de la casa, pero conserva ese aire de montaña y sinceridad.
En Don Milagro Cruz no se hace vino para el mercado, se hace vino desde una historia, para quienes saben escucharla. Una historia de familia, de fiesta, de resistencia. Una historia que sigue fermentando en el corazón de la Quebrada.
Notas de El Ángel del Vino sobre los vinos de Jujuy:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cuando dejas tus comentarios nos ayudas!