ABFV

Alejandro Bulgheroni Family Vineyards

El mayor grupo de bodegas mundial en manos de un argentino

En pocos años, el Ing. Alejandro Bulgheroni conformó un destacado grupo de quince bodegas en seis de los países más representativos de la escena mundial del vino.

Este mes asistí al lanzamiento en Argentina de ABFV - Alejandro Bulgheroni Family Vineyards. Mis contactos formales con ellos, hasta el momento, se limitaban a las bodegas que poseen en nuestro país, bajo el marco de la marca Avinea. En 2022 me invitaron a visitar las fincas de Argento en Agrelo, Mendoza, para dar a conocer el trabajo sustentable y orgánico que allí realizan y en 2024 a una presentación en Buenos Aires de Otronia, el desarrollo vitivinícola con el que se destacan en la provincia de Chubut.

Esta vez, el encuentro sería más amplio y diverso. Con la idea de presentar con mayor detalle a un público especializado del trade y media algunos de los proyectos que desarrollan no solo en la Argentina, sino también en otros países, como Uruguay, Australia e Italia, abarcando más de 1.150 hectáreas.

Cabe destacar que ABFV reúne 15 bodegas en los mejores terruños del mundo, con el foco de "expresar la identidad de cada lugar mediante una viticultura respetuosa y vinos que reflejan el espíritu de su origen". 

El grupo incluye Garzón y Brisas en Uruguay; Argento, Viña Artesano, Vistalba en Mendoza y Otronia en Patagonia; Lithology en Napa Valley (Estados Unidos); Dievole, Poggio Landi, Podere Brizio, Tenuta Le Colonne y Tenuta Meraviglia en Toscana (Italia); Château Suau y Château de Langalerie en Burdeos (Francia); y Alkina en Barossa Valley (Australia).

Tuve la oportunidad de conocer personalmente a Alejandro Bulgheroni (cruzamos unas breves palabras acerca de la coincidencia de nuestras profesiones -ambos somos ingenieros, además de apasionados por el vino) y me contó que su camino como bodeguero se inició en 2008, cuando invitó al reconocido enólogo y consultor italiano Alberto Antonini, a conocer su estancia en Uruguay y éste lo animó a plantar viñedos. 

Desde ese momento, su desempeño y actividad en el rubro vitivinícola fue asombroso, hasta llegar a ser reconocido este año por Wine Enthusiast con el Lifetime Achievement Award 2025.

También me explicó que lo que más lo atrae del vino es su capacidad de transmitir un lugar, a través de su carácter, en definitiva, el concepto de "terroir", lo que explica la diversidad de lugares -muchos de ellos icónicos como Burdeos, Napa o la Toscana- en los que ha plantado bandera.

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El encuentro, realizado en los salones del Palacio Duhau, contó además con la presencia de varios de los enólogos y agrónomos del grupo, que brindaron sendas masterclass sobre las bodegas. Pude asistir a la de Otronia, y volver a asombrarme con las difíciles condiciones del clima en el lugar que logran superar para hacer sus distintivos y únicos vinos.

Horacio Ferrari (MKT), Alejandro Bulgheroni y Rafael Calderón (CEO)

En el salón principal se pudieron probar los vinos de Viña Artesano, nueva línea de vinos premium mendocinos que fueron presentados oficialmente, con ejemplares de Paraje Altamira, Gualtallary y Alto Agrelo, definidos en tres líneas: Achillea, Nassella y Gazania.

 

Los nombres son los de flores que crecen en los viñedos y que fueron elegidas por haber contribuido de manera significativa al aumento de la biodiversidad en cada finca (ver nota) y sus etiquetas representan desde distintas perspectivas -una mirada desde el suelo, una frontal y una aérea- la idea de contemplar el vino desde diversos ángulos: el del origen, el del hombre y el del entorno.

También pasamos por los stands de Argento, Otronia (en el cual se lucían nuevos lanzamientos como el Otronia Riesling y Otronia Lagunar Gewürztraminer, y de Bodega Garzón, donde destacaban los Tannat y el Albariño en sus líneas Estate de Corte, Reserva y Single Vineyard, y su vino ícono, Balasto 2020, así como los aceites de oliva virgen extra de Colinas de Garzón.

De Australia, me sorprendieron gratamente los vinos de Alkina, bodega ubicada en Barossa Valley con estilos modernos y sin madera, varietales de Grenache, Semillon y Syrah, mientras que en el stand dedicado a Italia retornábamos a vinos más clásicos, provenientes de las colinas de Chianti Classico hasta las costas de Bolgheri y los suelos pedregosos de Montalcino, con etiquetas de Dievole, Podere Brizio, Tenuta Le Colonne y Tenuta Meraviglia.

Estos vinos serán comercializados en Argentina y se espera que el año próximo también puedan sumarse los de las bodegas del grupo en Francia y Estados Unidos, consolidando así la presencia integral de Alejandro Bulgheroni Family Vineyards en el país. Que estos vinos extranjeros empiecen a llegar me alegra mucho ya que nos permitirá seguir creciendo en la exploración de diversos terroirs, paladares y estilos, que durante tantos años nos han sido vedados.

Finalmente, como argentino, me siento orgulloso de que capitales locales sean capaces de expandirse y crecer en el planeta vino, otra prueba de que nuestro país es capaz de desarrollarse en una industria tan competitiva, en la cual somos protagonistas.